Los precios de las hortalizas almerienses han experimentado en los últimos días un repunte que, en la mayor parte de los casos, les ha hecho salir de la situación de cotizaciones que estaban por debajo de los costes de producción. La causa hay que buscarla en una estabilización de la demanda por parte de los mercados exteriores y en el incremento del frío en la mayor parte de los países comunitarios y de las regiones españolas.
Hace apenas una semana organizaciones agrarias como Coag denunciaban la precaria situación de los precios en origen, y apelaban a la puesta en marcha de los mecanismos aprobados y recogidos en la reforma de la OCM de Frutas y Hortalizas, unos mecanismos que permiten la retirada del producto cuando sus cotizaciones no alcancen unos mínimos que coinciden normalmente con los costes de producción de cada hortaliza.
Los incrementos experimentados en esta última semana sitúan a productos básicos del campo almeriense de nuevo por encima de esos costes de producción. Es el caso del tomate, del pimiento y del calabacín. El tomate se pagaba este pasado viernes en el entorno de los 75 céntimos por kilo, con puntas de precio que se acercaban en algunas subastas a los 90 céntimos, mientras que los costes de producción estimados por Coag están en torno a los 49 céntimos.
Los pimientos, también en precios del viernes, oscilaban entre los 60 y los 80 céntimos por término medio, con unos costes de producción que están en torno a los 59 céntimos por kilo. El calabacín, por su parte, se vendía en el entorno de los 70 a los 80 céntimos por kilo, mientras que producirlo cuesta sobre 41 céntimos.
El pepino sigue siendo el producto con peor cotización y aunque ha subido algo, hasta colocarse en torno a los 20 céntimos, ese precio está lejos de los 41 céntimos que cuesta producirlo
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