Recuperar el sabor de la tradición de la repostería navideña casera

Ahora que se acerca la Navidad llega el momento para muchos almerienses de buscar en los rincones de la memoria aquellos productos, los sabores, que han estado presentes en estas fiestas a lo largo de la historia. Mantecados, alfajores, polvorones, roscos de vino y otras muchas especialidades regresan al primer plano de la actualidad culinaria.
La empresa de turismo rural de Serón La Posada del Candil ha puesto en marcha una iniciativa que busca aprovechar ese interés por los dulces navideños y desarrollará este fin de semana un taller para enseñar a sus visitantes el proceso de elaboración de este tipo de productos típicos navideños.
Se enmarcan en un amplio programa que bajo el título de ‘Días de Otoño 2012’, han ofrecido desde rutas por los árboles milenarios existentes en el entorno en que se ubica hasta la celebración de unas jornadas micológicas en las que los platos fuertes fueron una salida al campo, guiada por expertos, para la recogida de las setas en el corazón de la Sierra de Los Filabres, y un menú para la degustación de platos en los que las setas tenían un papel destacado.
En medio de estas dos actividades se celebró otra jornada con los frutos de otoño como motivo principal, productos de temporada de una tierra rica en este tipo de frutos silvestres o "domesticados" por la mano del hombre.
El taller de dulces navideños pone punto y final al programa otoñal, pero en La Posada ya trabajan en la elaboración del invernal, que pronto estará a disposición de los clientes. Este fin de semana se ha vivido en la cocina, rodeados de harinas, almendras, miel y otros condimentos esenciales para elaborar mantecados, suspiros de almendras, roscos de vino o empanadillas de cabello de ángel.
Dulces hechos en casa
Según han señalado los responsables de la empresa, la de los dulces navideños es una tradición muy extendida en toda la comarca, en realidad en toda Andalucía, pero en los últimos años se había perdido la costumbre de reunirse en las casas para elaborar esos productos tan típicamente navideños, muchos de ellos con un marcado origen árabe.
En los últimos años, probablemente empujados por la crisis, se ha notado un renacer de esta costumbre y cada vez hay mayor demanda de cursos o de talleres que enseñen las fórmulas y las técnicas para la elaboración de esa repostería tan especial. La Posada del Candil se ha unido a esas iniciativas para recuperar la tradición de la repostería casera.