El plan de movilidad detecta fallos en el transporte y daños en los recursos

La movilidad en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar podría cambiar pronto. En ello ya está inmerso el grupo de trabajo creado para diseñar el denominado Plan de Gestión de la Movilidad en los Hábitats de Interés Comunitario del Parque Natural Cabo de Gata, como ya lo avanzó el colectivo Doble Fila hace unas semanas.

A este grupo de movilidad sostenible creado en el seno de la Junta Rectora del Parque, y que está formado por representantes de diferentes administraciones y colectivos; se presentó, en la reunión mantenida el 22 de noviembre, un informe preliminar o “avance”, tal y como lo denomina el director conservador del Parque Natural de Cabo de Gata, José Manuel Quero, y en el que ya se analiza la problemática actual y se detallan algunas de las soluciones al problema de la movilidad en este espacio natural, y que cada verano es fruto de polémica.

Ruidos, gases y polvo
Entre las dificultades identificadas que motivan dicho plan de gestión se incluyen problemas de movilidad urbana, existencia de aparcamientos inadecuados y conflictos con los modos de transporte. También se recoge en el informe preliminar, al que ha tenido acceso LA VOZ, la emisión de ruidos, gases y polvo.

Otros de los aspectos negativos que se han detectado en este espacio natural son la erosión, el deterioro de la vegetación, el vertido de residuos y la contaminación orgánica. Desembarcos irregulares, la varada desordenada y el deterioro de los fondos por las anclas son otros de los problemas detectados en el primer avance de este plan de movilidad. 

Unos factores que también provocan unos efectos estratégicos como son el deterioro de la imagen de la zona, la decepción entre los usuarios, el incremento de la conflictividad entre agentes y la falta de cohesión social ante el problema, el empobrecimiento y devaluación del prestigio del destino y una escasa rentabilidad social y económica. A todo ello hay que sumar, entre otros factores presentes, los institucionales, entre los que se incluyen las tensiones entre las diferentes administraciones, la ausencia de un marco para la coordinación pública y la proliferación de medidas puntuales y provisionales.

Un diagnóstico que se ha realizado por tramos de la costa del  Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar: Retamar-San Miguel de Cabo de Gata, San Miguel-Mósul, Genoveses-Escullos, Escullos-Playazo Rodalquilar, Las Negras-El Plomo, El Plomo-Los Muertos y Carboneras-Algarrobico.

Para una correcta tipificación de los problemas, según se especifica en el informe, es necesario clasificar las características de las distintas zonas o escenarios, teniendo en cuenta las siguientes categorías: playas urbanas, no urbanas de alta accesibilidad, media y baja y situaciones especiales (pequeñas calas, eventos y usos singulares).

A pie, en bici o en bus
La nueva situación hacia la que deben tender las iniciativas de este plan de gestión deben caracterizarse, según este documento, por: el acercamiento final a las playas debe producirse a pie, en bici o en transporte colectivo; los servicios deben gestionarse y ofrecerse desde módulos integrados situados en la zona de estacionamiento de vehículos privados; los costes de gestión de servicios y del funcionamiento del sistema deben repercutirse a los usuarios, mediante el establecimiento de precios públicos y la gestión en la forma que establezcan las administraciones implicadas; las formas de gestión de los servicios y su despliegue en el tiempo y en el espacio deben acordarse entre las administraciones competentes; y el tejido empresarial debe participar en la definición de los contenidos de los servicios básicos,