La residencia de ancianos consigue dos certificados que avalan su calidad

La residencia de ancianos Virgen del Rosario de Roquetas de Mar está de celebración. Y no es por Navidad. Durante estos días, han visto reconocido el fruto de su trabajo con dos certificados de calidad. Por un lado, el certificado UNE-EN ISO 9001 una norma internacional basada en la gestión y los requisitos de control de los procesos. Por otro, el UNE-EN ISO 14001, que abarca todos los sistemas de gestión medioambiental.

“Se han medido todos los parámetros, todas y cada una de las áreas del centro. Todo debe estar supervisado, los protocolos, la administración... Con estos certificados se demuestra la calidad del trabajo que se realiza en nuestra residencia”, explica a LA VOZ Paula Morales, presidenta del centro.

Encuentas de satisfacción
Durante dos días, el centro ha estado en observación por varios auditores de la empresa certificadora OCA, que se han encargado de evaluar todas y cada una de las áreas de la residencia de ancianos. Además, se han hecho encuestas de satisfacción a las familias, al personal del centro...

El tema de la gestión medioambiental se mide, por ejemplo, en temas de consumo eléctrico. “Y no es algo que hagas y ya está, sino que dentro de un año tendremos que seguir demostrando que seguimos en la misma dinámica. Todos los años viene la certificadora para ver que sigues cumpliendo los requisitos marcados”.

Paneles solares
La gestión de residuos y de la energía es otro de los factores a tener en cuenta para conseguir niveles de calidad. En la residencia Virgen del Rosario instalaron un sistema de paneles solares en febrero de 2012 para el agua caliente sanitaria de todo el centro. “Se cambió, además, toda la instalación del edificio a gas natural y toda la sala de calderas y la maquinaria es nueva desde febrero. En electricidad le damos pautas al personal de desarrollo sostenible. Desde apagar la luz cuando se abandona una sala hasta conseguir una reducción sustancial de energía”, explica Morales.

Con estos dos certificados, desde el centro afirman tener más tranquilidad y sentirse “orgullosos” del trabajo bien hecho. Este año, los regalos de Navidad se han adelantado y en la residencia sonríen conscientes de los frutos de su labor.