Alerta por las condiciones de seguridad de cotillones y fiestas

Los incidentes del Madrid Arena parecen haber encendido la luz de alerta de las instituciones en tiempos propios para la organización de fiestas, cotillones y conciertos. La Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía ha remitido una carta a los 102 ayuntamientos de la provincia de Almería para que extremen la atención sobre los locales y las empresas organizadoras de eventos de esta naturaleza.

“Hemos recordado a los ayuntamientos los requisitos que se deben cumplir en estas fiestas y que ellos son competentes, por ejemplo, para conceder la licencia a los eventos que se quieran organizar”, explica Sonia Ferrer, delegada del Gobierno andaluz en la provincia de Almería. “La Junta le presta a los municipios el asesoramiento que les sea necesario”, añade.

Según indica la Junta, el escrito remitido a los pueblos señala que los organizadores de estos eventos tienen que obtener las autorizaciones administrativas con antelación suficiente y cumplir todos los requisitos de seguridad contemplados en la normativa andaluza de Espectáculos Públicos. Entre ellos hay algunos elementos potencialmente controvertidos como el aforo, las medidas higiénicas, el consumo de alcohol y tabaco entre menores de edad, las salidas de emergencia o la seguridad de las instalaciones móviles (escenarios y cubiertas).

Pirotecnia

Para velar por el cumplimiento de la ley en este terreno, además del filtro que suponen los permisos municipales, a los que alude Sonia Ferrer, la Junta de Andalucía aporta los recursos de la Policía Autonómica (Unidad Adscrita a la Junta). Sus agentes tienen competencias como la vigilancia sobre discotecas y pubs o el análisis de sustancias alcohólicas para evitar el conocido "garrafón".

Por otro lado, la Comandancia de la Guardia Civil realiza otra campaña de especial interés en Navidades centrada en la comercialización de productos pirotécnicos. La vigilancia de los materiales y los establecimientos corresponde a los agentes de la Benemérita y es clave, entre otras cosas, para perseguir la venta de pirotecnia en bazares no autorizados.