Bajan las temperaturas y llegan las infecciones virales. Bronquitis, bronquiolitis en el caso de los más pequeños, y otras infecciones respiratorias llenan estos días las salas de espera de Urgencias, tanto hospitalarias como las de Atención Primaria. Y eso que la gripe todavía no ha entrado en la provincia y lleva dos semanas de retraso respecto al año anterior. Así lo apuntan desde la delegación territorial de Salud, donde el último registro arroja el siguiente dato: la gripe afecta a diez de cada 100.000 almerienses.
Los niños y las personas mayores son los que, una vez empezado el invierno, más afecciones respiratorias padecen, apunta Lola Cueto, médico de Distrito Almería. Y, si bien los primeros síntomas acostumbran a afectar a las vías respiratorias altas, si estos persisten acaban por afectar a los bronquios, dice.
38.500 vacunados
Y junto a este tipo de afecciones respiratorias, los resfriados y la gripe son los más habituales en esta época. De ahí que copen, junto a infecciones gastrointestinales, el 90% de las visitas al médico de cabecera y a los servicios de Urgencias. Sólo en el Distrito Almería (capital y su entorno) los sanitarios han administrado un total de 38.500 vacunas antigripales desde el inicio de la campaña de vacunación en el mes de octubre. La mayoría de las personas vacunadas integran alguno de los grupos de riesgo (personas mayores, enfermos crónicos, mujeres embarazadas, sanitarios y personal de emergencias y niños a los que su pediatra les aconseja la vacunación).
Los síntomas habituales de la gripe son tos, mocos, dolores de cabeza, fiebre y, en algunos casos, vómitos. Eso sí, lo que la diferencia de un catarro o resfriado fuerte son los dolores musculares y el malestar general que acompaña a quien la padece durante, aproximadamente, una semana.
El tratamiento, no obstante, acostumbra a ser el mismo en los dos casos. Es un tratamiento sintomático: “antitusivo contra la tos, antitérmico para bajar la fiebre y paracetamol para las cefaleas y el dolor de cabeza”, señala Cueto.
Una herramienta: la prevención
La prevención acaba siendo la principal herramienta frente a la gripe. Evitar fuentes de contagio y extremar las medidas de higiene (lavado frecuente de manos) son factores clave para afrontar un invierno alejado de los procesos gripales.
Quienes ya se han contagiado tienen también más posibilidades de recuperarse mejor si beben mucho líquido y toman vitamina C, lo que se traduce, en la ingesta de frutas y verduras, señalan desde Atención Primaria. De hecho, los sanitarios llaman a evitar innecesariamente las salas de espera de Urgencias si los síntomas tiene una buena evolución. “En caso contrario, acuda al médico”.
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