Un bebé en San Pedro

Nochevieja en la Cala de San Pedro. Como en otras ocasiones, en este precioso enclave de la costa de Níjar, en pleno corazón del Parque Natural de Cabo Gata, hay personas que han escogido este lugar para pasar de año a otro. Entre ellas, un grupo de amigas belgas. Y entre ellas, una joven de 23 años que ha protagonizado un acontecimiento muy particular: dar a luz un bebé bajo las lonas de una tienda de campaña.

Poco después de las uvas, la joven (llamémosla, por ejemplo, Nicole) comenzó a encontrarse mal, lo que achacó a que algo le había sentado mal, relata Carmen, una habitual de la zona de Las Negras que, aunque no estuvo presente durante el parto, sí habló con alguno de los protagonistas.

Pero el malestar no era tal, era que se había puesto de parto y, lo más llamativo es que, al parecer, tanto ella como sus amigas insistían en que no sabía que estaba embarazada, es más, aunque costaba entender lo que decía, Nicole  aseguraba que había tenido la regla hacía un par de meses.

En cualquier caso, ‘Pedro’, como le decían que le llamara los que le atendieron, quiso llegar a este mundo a eso de las 5,20 de la mañana del día 1 de enero. Nicole fue ayudada por algunas de las personas (un chico y una chica) que residen en la cala. Así, uno calentó agua, otro cortó el cordón con unas tijeras y le ató el ombliguito con unos cordones, otro le trajo ropa para abrigarlo...

Y el pequeño, un varón de algo más de dos kilos de peso, según relatan los que por allí anduvieron, llegó en perfecto estado y “guapísimo”, asegura Paco, otro de los residentes habituales de la Cala de San Pedro.
Pero si todo esto puede ser, si no extraordinario, sí al menos poco corriente, también lo es que a las diez de la mañana la madre estaba paseando con su pequeño por la playa. “Es increíble cómo se recuperó la madre. Nació a las 5,20 y a las 10 ya estaba paseando”, señala Paco. Precisamente fue él, el que un poco más tarde, cerca del mediodía, trasladó en su embarcación a madre e hijo hasta Las Negras, desde donde los acercaron a Torrecárdenas.

Ya sé que puede resultar cursi, pero no me digan que no se les ha pasado por la cabeza llamar a lo ocurrido ‘el milagro navideño de la Cala de San Pedro’.