La donación de células del cordón umbilical es un gesto sencillo, sin riesgo para la madre y el recién nacido, y que ofrece una solución muy válida para quienes necesitan un trasplante de médula ósea, entre otras complicaciones sanitarias. Aún así, las cifras de donación descienden cada año desde 2010. En este último año, 286 parturientas fueron donantes. <br>
La cifra en sí no diría mucho, pero en el hospital de referencia almeriense, el número de partos es de diez al día de media, lo que supone que apenas el 12% de las mujeres que dan a luz en la capital optan por la donación de cordón umbilical.<br>
Eso sí, la casi totalidad de las donantes, apuestan por un banco público, frente al diez por ciento de mujeres, que pagan para que las células de su cordón umbilical queden almacenadas, con nombre y apellidos, en un banco privado que sólo las utilizará en caso de que ella o sus hijos las necesiten.<br>
Banco público y privado<br>
El banco público, por su parte, recibe las donaciones y, aunque hace un seguimiento de la donante durante los primeros años, registra y almacena las muestras con el objetivo de que éstas puedan ser utilizadas cuando un usuario cualquiera lo necesite.<br>
La información sobre la donación de células del cordón umbilical llega a las mujeres embarazadas desde que éstas son atendidas como futuras madres en su centro de Atención Primaria, después se les recordará (siempre en el sistema sanitario público) la importancia de donar en la unidad de Tocoginecología de Torrecárdenas donde, además de recibir información por parte de los sanitarios, se recuerda y apela a la donación con carteles colgados en las paredes.<br>
En el paritorio<br>
Así lo apunta la coordinadora de trasplantes de Torrecárdenas, Rosario Ortuño, que explica cómo la mujer que quiere donar puede decirlo desde el momento en el que es atendida por un ginecólogo hasta en el momento previo al parto, ya en paritorios. <br>
Aún así, el número de donantes ha bajado desde el año 2010 cuando Salud desarrollo una campaña informativa sobre la donación y hubo un repunte de mujeres que dieron el “sí”. Y es que en 2011 también las cifras de donantes eran menores que las de años anteriores. Incluso entonces, con 340 donaciones al banco público y 30 a banco privado de células, eran más las mujeres concienciadas que apostaban por un gesto “extremadamente simple, mínimamente invasivo y con riesgo cero”, insiste Ortuño.<br>
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