Un huerto social ofrece tierra para el autoconsumo de 35 familias

Todo comenzó el pasado octubre, en el marco del ecomercado celebrado en Abla. Allí, la Asociación Retama, recibe la oferta de un particular, José Manuel Rodrígues, un portugués con una finca en la zona del Nazareno, en el término municipal de Níjar, que quiere que su tierra, hasta ese momento en desuso, esté viva y sea productiva.
Una vez cedida la tierra por parte de Rodrígues por un periodo de cuatro años, Retama se encarga de convertir la finca en parcelas aptas para la práctica de la agricultura ecológica. La idea es que estas parcelas, de 50 metros cuadrados cada una, sean explotadas por personas en situación de escasez de recursos con el objetivo de ofrecer productos para el autoconsumo y un aprendizaje de técnicas de agricultura ecológica que, “más adelante les pueda servir para emprender algo por su cuenta”, explica Ana Martínez, socia fundadoras de Retama.
35 serán las personas o familias que puedan tener un trocito de tierra en el que cultivar y obtener productos para ellos y sus familias. A cambio, solo tendrá que pagar la parte correspondiente a los gastos de luz y agua.
Ya se trabaja en preparar la tierra, en adecuar el precioso aljibe que hay en la finca que servirá no solo para recoger el agua que servirá para el riego, sino que dado que su interior es amplio, se ha adecuado para que también sirva como un pequeño centro de formación y para realizar actividades.
De momento, el único apoyo institucional con el que cuentan es el del Ayuntamiento de Níjar, con quien están viendo qué materiales les pueden aportar y, sobre todo, iniciar el proceso de selección de los futuros usuarios del huerto. Como Ana comenta, les gustaría que fuese gente del pueblo la que se beneficiar a de la idea y el Ayuntamiento sabe mejor que nadie quién puede necesitar un trocito de tierra para salir adelante en una situación tan difícil para muchos.