Arboleas estudia instalar cámaras de vigilancia tras los últimos robos

El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Arboleas (PA) está planeando la instalación de cámaras de vigilancia en sus calles. El robo que el pasado fin de semana sufrió el Centro Guadalinfo de la localidad, en el que fueron sustraídos cinco ordenadores portátiles, una cámara de vídeo, otra de fotos y un monitor, ha sido la gota que ha colmado el vaso.

El robo del material de estas instalaciones donde vecinos del municipio reciben nociones de informática y nuevas tecnologías ha sido tan sólo el último delito de este tipo acaecido, aunque según el propio alcalde de la localidad, Cristóbal García,  estos actos se vienen repitiendo con una asiduidad preocupante. “Quedamos tres en el pueblo a los que no nos hayan robado este año”, exagera García para mostrar la realidad que sufre este pueblo del Almanzora.

Ubicación
Las cámaras, cuyo número a instalar se desconoce por el momento, serían ubicadas en puntos estratégicos del municipio, aunque desde el Ayuntamiento también reconocen que aún no se ha decidido cuál será su emplazamiento. La propuesta del Gobierno local ya se encuentra en fase de estudio e incluso se han celebrado encuentros con una empresa profesional.

“Hemos tenido una reunión con una compañía de vigilancia y hemos preparado un presupuesto para poner este sistema de cámaras y poder controlar la situación del pueblo”, ha asegurado el primer edil arboleano. Los accesos principales del municipio y los edificios públicos serán las prioridades a vigilar. Algunos de ellos como la oficina de Correos o recientemente el Centro Guadalinfo ya han sufrido recientemente la visita de los amigos de lo ajeno. El pasado mes de noviembre, una pareja de ancianos sufrió una brutal paliza durante un robo en su domicilio situado en la pedanía de La Cueva.

Una medida unida siempre a la polémica

La instalación de cámaras de seguridad en las calles de los municipios (siempre y cuando las administración interesada logre todos los permisos necesarios) va unida a la polémica siempre de forma intrínseca. El debate que se abre entre quienes defienden la privacidad de la ciudadanía y los que priorizan la seguridad es uno de los principales puntos de desencuentro.

Además de los detractores de esta práctica, los permisos a conseguir por parte de la administración han evitado en ocasiones que los aparatos sean finalmente instalados en las calles de los municipios.