La Audiencia Nacional extradita a Francia por error a un reo con una grave lesión cerebral

La Audiencia Nacional extradita a Francia por error a un reo con una grave lesión cerebral

Javier Pajarón
23:20 • 31 ene. 2013

Un jersey de cuello alto protegía del frío a Julio Pérez en el paso fronterizo de La Jonquera (Gerona). Sus pies pisaban suelo francés y sus manos sostenían la correa del perro que su compañero de viaje le había cedido unos minutos antes. Cuando los agentes comenzaron el registro del vehículo, Julio sabía ya que encontrarían los paquetes de hachís que transportaban en el coche. Ató la cuerda a un poste y cruzó a pie la frontera hacia España. Corría el año 1998.



Quince años después, este vecino de la capital almeriense, de 44 años, ha vuelto a Francia para cumplir los tres de cárcel a los que fue condenado, en un caso rocambolesco que mezcla grandes dosis de burocracia judicial e infortunio.



Los tribunales de la localidad francesa de Perpiñán condenaron a su compañero por un delito de tráfico de drogas y juzgó a Julio en rebeldía, dándole por desaparecido. Mucho tiempo después, en el mes de diciembre de 2012, la Audiencia Nacional tramitó la orden europea de extradición emitida por la Interpol y conminó a la Policía Nacional a arrestar al ‘fugado’.





Sin embargo, Julio Pérez era entonces una persona muy distinta a aquella otra. En octubre de 2012 un atropello cambió su vida y la de su familia completamente. Una conductora lo arrolló en Málaga. Y. G., su esposa, recuerda que “llegaron a darle la extramaución” en el hospital malagueño donde permanecía en coma. Pero sobrevivió, eso sí, con grandes daños neurológicos y medicación, según acredita un informe neuropsicológico.



Fue entonces cuando el caso cambió radicalmente. Donde había un hombre con cuentas pendientes con la justicia francesa había ahora un hombre con lagunas de memoria, problemas en el habla y hasta pañales. “Se trataría de una persona inimputable”, según la versión de su abogado, Manuel Chacón.




Marcha atrás



El procedimiento ha abierto una complicada batalla legal, puesto que la Audiencia Nacional desoyó las alertas sobre el estado de salud del reo, ordenó su envío a Perpiñán y luego intentó rectificar cuando ya no había tiempo material para hacerlo.





Lo reconoce la sala en un auto firmado el 28 de enero: “Sobre las 9,45 horas, como el mismo Ministerio Fiscal interesaba que el reclamado fuera examinado por un médico (...) se acuerda paralizar la entrega que se tenía prevista y comunicar por vía telefónica de manera inmediata a la Interpol la orden, lo que resulta imposible porque (...) el avión en que se trasladaba a Francia había partido a las 9,25 horas”. Es decir, la Audiencia decidió parar el traslado 20 minutos después de que se hubiera iniciado.



Y. G. subraya su principal preocupación ahora: “Llevo sin ver a Julio desde que ingresó en El Acebuche el 17 de enero, no sé dónde está ni si le están dando la medicación que necesita”.



¿Qué daños presenta Julio? Según confirma el auto de la Audiencia Nacional la secretaria del Juzgado de Instrucción número Seis de Almería (de guardia cuando el hombre fue detenido) ya informó de la gravedad: “La secretaria que firma el oficio (indica) que se encuentra en precario estado de salud y que es una persona dependiente, debiendo estar atendido en todo momento por terceras personas”.



De hecho, según fuentes del caso, durante su breve paso por el centro penitenciario de El Acebuche, fue inmediatamente ingresado en el departamento de Enfermería.


Más información en el edición en papel



Temas relacionados

para ti

en destaque