Una concejal deja sus cargos por no poder rendir “al cien por cien”

Lo que a continuación van a poder leer no debería ser noticia, pero, ‘con lo que está cayendo’ (¿cuántas veces han dicho, oído o leído esta frase en los últimos días?) sí que  es digno de que se conozca el hecho de que una concejal haya renunciado a sus cargos en el equipo de Gobierno de un Ayuntamiento, a sus competencias y, por tanto, a su sueldo.

María Luisa López Pérez, que es como se llama esta mujer, es concejal de Mojácar por el Partido Popular desde 2007. Por tanto, la actual, es su segunda legislatura en la Corporación municipal mojaquera y hasta finales de diciembre (fecha en la que la alcaldesa firma el decreto de derogación de competencias) se encargaba de Seguridad Ciudadana -área de la que dependía la Policia Local y Protección Civil-, Transportes y Educación y, además era la segunda teniente de alcalde.

López ha decidido dejar sus cargos porque ha tenido algunos problemas de salud y ha creído que era mejor dejar su puesto para que otros compañeros se hagan cargo de las competencias que hasta ahora detentaba.
“El mismo 28 de septiembre, el día de las inundaciones, tuve un golpe y, a partir de ahí comencé a tener algunos problemas de salud. Entonces, el médico me recomendó una baja de larga duración y yo no creo que eso esté bien. O estás al cien por cien o no estás”.

Tan sencillo y sensato razonamiento es el que le ha llevado a pedir el relevo y, como ella misma dice, “mis compañeros se van a repartir mis competencias. Yo sigo como concejal y ayudaré en todo lo que pueda”. Tras la salida del equipo de gobierno de Mojácar de Pérez, el concejal Fernando Aparicio, responsable de Deportes, Sanidad y apoyo a la Alcaldía, asume también las áreas de Seguridad Ciudadana y Transportes. Raquel Belmonte, hasta ahora concejal de Cultura, incorpora a sus tareas la Concejalía de Educación. Y Agustín Montoya, concejal de Obras, se incorpora a la Junta de Gobierno Local.

María Luisa López asegura que “no hay ningún problema con el equipo de Gobierno ni mucho menos con la alcaldesa “ya ves -comenta risueña- es la madrina de mis hijas”, e insiste en ello temerosa de que los periodistas estemos a la caza de un escándalo. ¿Será por que no es nada usual que alguien renuncie a un sueldo público porque crea que no va a rendir todo lo que su pueblo se merece?