A las puertas de la Ciudad de la Justicia de Almería, en silencio, sin estridencias y con una resistencia abnegada al paso de las horas, familiares de Nasr reclamaban ayer un severo castigo a los presuntos asesinos del joven ejidense de 18 años, acuchillado en el mes de diciembre en las inmediaciones del camping de Almerimar.
Dos menores de 14 y 16 años confesaron la autoría del crimen y se encuentran internados en los centros de reforma de El Molino y Tierras de Oria. Sin embargo, la medida contemplada en la Ley del Menor parece insuficiente a los ojos de las víctimas. “Mi hermano también era un niño, ellos son criminales y queremos que los traten como asesinos aunque sean menores de edad”, señaló Najlae en declaraciones a LA VOZ. “Queremos que se haga justicia, que paguen por lo que han hecho”.
Los familiares estuvieron ayer acompañados de una decena de jóvenes, amigos de Nasr, residente en El Ejido desde los dos años. Mientras todos ellos reclamaban atención de la ciudadanía a las puertas de la sede judicial, en el interior del edifico prestaban declaración otros cuatro menores detenidos por la Guardia Civil en la Operación Airsoft y acusados de encubrimiento.
Según la investigación, los chicos conocían las desavenencias con Nasr y ocultaron el crimen durante dos meses . Esto es, la víctima desapareció el 20 de noviembre, el cuerpo se halló en Almerimar el 16 de diciembre y el 13 de febrero la Guardia Civil consiguió atar todos los cabos y arrestar a los supuestos implicados en el suceso.
Declaraciones
La Fiscalía de Menores, el Juzgado de Menores y la propia investigación han descartado la participación directa de los cuatro jóvenes citados ayer y por eso se acordó una medida de libertad vigilada para ellos.
En su declaración confirmaron la principal tesis sobre el móvil del crimen. Los adolescentes señalaron un disputa entre los presuntos agresores y Nasr por unos teléfonos, aunque lo ocultaron por “miedo a represalias”. Según esta versión, los menores querían “una compensación” por parte de Nasr y ahí habría surgido el enfrentamiento que acabó con el joven semienterrado en Almería con 23 puñaladas.
Najlae, hermana de Nasr, subrayó ayer que “no tenía antecedentes penales, nunca ha tenido un problema y se ha criado en un ambiente de personas trabajadoras”. No obstante, señaló que “dicen que los chicos le debían dinero y que le tenían miedo”.
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