Javier Aureliano García, vicepresidente primero de la Diputación: “1.000 concejales son demasiados para la provincia de Almería”2

Eva de la Torre
13:29 • 24 feb. 2013

Hace poco más de una semana que el Consejo de Ministros dio luz verde al informe elaborado por el equipo de Cristóbal Montoro sobre el Anteproyecto de la Ley para la Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local. A partir de ahora, el anteproyecto comienza su andadura legislativa y es posible que lo que finalmente salga de las Cortes no sea exactamente igual que lo ahora se conoce.
Sin embargo, el texto del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas lleva dando mucho que hablar y todos los partidos se han posicionado al respecto. El PP defiende que con ella se dará eficacia y transparencia a la administración local. El PSOE asegura que solo persiguen quitar poder a los municipios en favor de las Diputaciones y privatizar los servicios públicos.
El vicepresidente primero de la Diputación de Almería está seguro de que es una reforma que permitirá “dignificar la vida pública”.


El PP tienen mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados, entonces ¿servirá de algo el trámite legislativo?
Se están aportando ideas y se sigue trabajando en ella, así es que creo, bueno, estoy convencido de que se va a modificar.

Aparte de los cambios en las retribuciones de alcaldes y concejales, la reforma también prevé la reducción en el número de miembros de las corporaciones locales. ¿Por qué piensan que es mejor que haya menos ediles aunque no cobren y, por tanto, no supongan un gasto para las arcas públicas?
Entendemos que hay que adelgazar la administración y para hacerlo hay que empezar por los cargos políticos. Da igual que estén liberados o no, que cobren o no, si vamos pedir un esfuerzo a los ciudadanos, debemos empezar por arriba.


Pero en los pueblos pequeños, con ediles sin sueldo y que mantengan su trabajo el que haya menos ¿no puede ser más difícil que dediquen tiempo a trabajar para su pueblo?
Es necesario dignificar la vida pública y no hace falta tantos políticos. Hace falta menos y que trabajen más. Entendemos que los 1.002 concejales que hay en la provincia de Almería son demasiados. Estoy totalmente convencido de que se pueden llevar los 102 ayuntamientos con menos concejales. Eso sí, la reducción será proporcional y en los pueblos pequeños la reducción será menor.




Cuando se comenzó a trabajar en la reforma, se habló de la posible desaparición de los municipios más  pequeños. Esto ya está totalmente descartado, ¿no?
Efectivamente, en contra de lo que desde algunos partidos se ha estado diciendo, no va a desaparecer ningún municipio ni ayuntamiento.


Sin embargo, la reforma fija el limite para muchas cuestiones relacionadas con las competencias para la prestación de servicios municipales, que éstos podrían perder en función de su eficiencia y pasar a las diputaciones en municipios de menos de 20.000 habitantes. En Almería, de los 102, 96 no superan esa población. ¿No supone esto acabar con la razón de ser de esos ayuntamientos?
Si un municipio no puede prestar los servicios básicos como la recogida de basuras o el alumbrado de forma adecuada, lo que la ley busca es que los vecinos no vea mermada su calidad de vida. Aquí no se está defendiendo a consistorios, se está defendiendo a personas. Se trata de que todos los vecinos de la provincia, vivan donde viva, tengan acceso a servicios de calidad, ya sean prestados por el ayuntamiento o por la diputación.




La cuestión está en que el anteproyecto de ley habla de eficiencia a la hora de seguir prestando esos servicios. ¿No sería mejor dotar adecuadamente a los ayuntamientos para que pudiera prestarlos sin, por ejemplo, tener que endeudarse?
Pero y ¿por qué un municipio no puede prestar un servicio y el de al lado, con la misma dotación, no puede? Hay casos en los que, por la razón que sea, un ayuntamiento no puede dar servicios de calidad a sus vecinos y, entonces, alguien tendrá que dárselos. Por eso, esta ley lo que pretende es garantizar que las competencias que tienen los ayuntamientos se desarrollen adecuadamente. Y si no es así, esas competencias pasan a las diputaciones provinciales.


¿Y por qué las diputaciones sí podrán ser eficaces a la hora de prestar esos servicios municipales?
Por una cuestión de economía de escala. El mantenimiento del alumbrado público o la depuración de aguas saldrá más barato si se prestar a 50 municipios que a uno solo. A los vecinos de cada uno de esos pueblos les saldrá más barato y el dinero que se ahorren podrán destinarlo a otras cosas. Es simplemente una cuestión de economía de escala.




A fuerza de asumir competencias ¿puede la Diputación morir de éxito?
Es que desde esta Diputación ya estamos prestando muchos de esos servicios y sin que sean de su competencia. Lo que la ley va a hacer es darnos respaldo legal a lo que ya estamos haciendo.


¿Y por qué lo están haciendo?
Porque hay muchos ayuntamientos que ya nos lo piden, quieren que les intervengamos porque no pueden prestar servicios de calidad y nos piden que lo hagamos. La diputación es el ayuntamiento de los ayuntamientos, la madre de las corporaciones locales y nuestra obligación es velar por que se presten los servicios municipales y si no pueden prestarlos, será la madre la que lo haga. Insisto, hay que olvidarse de los ayuntamientos y pensar en los vecinos que, además, no entienden de competencias, si no de tener lo que necesitan. Da igual quién se preste el servicio.


Pero las diputaciones también pueden dar la ayuda para que los ayuntamientos hagan su trabajo.
Sí, y lo hacemos. Pero las diputaciones no pueden ser solo un banco para prestar dinero.


Pero prestar el servicio ¿no puede convertir en inutil un ayuntamiento?
Nosotros no queremos llegar y asaltar un ayuntamiento y quedarnos con lo que tienen que hacer. No queremos que desaparezcan municipios, ni consistorios, ni alcaldes, ni quedarnos con sus funciones. Solo queremos ayudar a los que ya están allí.

Antes ha hablado de economía de escala, ¿no sirven para eso las estructuras ya existentes como las mancomunidades, la cuales, por cierto, según recoge el anteproyecto  también pueden desparecer?
No, la ley lo que dice es que mancomunidades, consorcios o cualquier otro tipo de organismo o entidad que se haya creado y que no sea municipio o diputaciones, si no rinden cuentas, desparecerán y sus competencias las asumirán o la diputación, o en caso de un consorcio, el ayuntamiento que más porcentaje tenga en él o cualquier otra entidad supramunicipal. Eso es lo que dice y me parece correctísimo.


¿Por qué. No cree que estas entidades intermedias puedan funcionar bien?
Lo que no puede ser es que haya chiringuitos montados sobre todo en la época socialista que estén haciendo lo mismo que ya hace la diputación o el ayuntamiento y que no redunde en el beneficio de los vecinos. Además, hay que pedir transparencia. De las 16 entidades que hay en Almería entre mancomunidades, consorcios y las dos ELA, solo tres (la Escuela del Mármol de Fines, el Consorcio del Transporte Metropolitano y la Mancomunidad de Pueblos del Interior Filabres Alhamilla) han presentado sus cuentas.


¿Puede la Diputación asumir las nuevas competencias con los medios que tiene?
La Diputación de Almería tiene 1.500 funcionarios. Con esa cifra, estoy totalmente convencido de que se pueden prestar todos los servicios que se tengan que prestar. Si se tiene que cambiar la estructura, se cambiará, pero con el personal que hay se pueden asumir las nuevas competencias.


Pero los socialistas hablan de que se privatizarán los servicios
El PSOE es el partido político que más servicios públicos ha privatizado: hospitales, agua, mantenimiento de semáforos el ORA, hasta los cementerios privatizaron. Son los campeones de las privatizaciones. No se puede demonizar a los funcionarios, pero tampoco a las empresas privadas. Autónomos y pymes son los que más empleo generan en nuestro país y también en nuestra provicnia y hay que apoyarles. Funcionarios tiene que haber los justos y necesarios para potenciarlas y no ponerles chinas en el camino.



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