Un poco por el descenso de la demanda provocado por la caída de actividad en los distintos sectores económicos, un poco por la benigna climatología, el hecho es que la provincia de Almería se ha situado como la más ‘ahorradora’ de Andalucía desde el punto de vista del consumo de electricidad, según los datos hechos públicos la pasada semana por la Agencia Andaluza de la Energía.
En el último año los almerienses han consumido un 7,3 por ciento de las 2.264 ktep (kilotoneladas equivalentes de petróleo) del total de Andalucía. lo que la sitúa como la de menor nivel de gasto eléctrico del conjunto de las provincias andaluzas. Pero es que además en ese último año computado se registró un descenso del 6,5 por ciento del consumo de energía eléctrica en la provincia, un descenso sólo superado por el registrado en Jaén.
Después de varios años de crecimiento ininterrumpido, se registraron tasas negativas de crecimiento en buena parte de los sectores de consumo, entre ellos el de la industria o el del transporte. Más acusado aún es el que se ha producido en el sector residencial donde, después de diez años de incrementos del consumo de electricidad, se ha producido un descenso cifrado por la Agencia Andaluza de la Energía del 5,1 por ciento.
Medidas de ahorro
También el sector servicios, con la hostelería a la cabeza, presenta reducciones en el gasto eléctrico importantes, de un 9 por ciento en concreto, consecuencia en la mayoría de los casos de la aplicación de medidas destinadas al ahorro energético que buscan básicamente recortar el importe de la factura eléctrica.
La crisis económica, y el incremento de las tarifas eléctricas, ha sido el motor impulsor de este descenso en los niveles de consumo tanto en los hogares como en las empresas. Medidas como la sustitución de bombillas por otras de menor consumo, la regulación de los sistemas de aire acondicionado, calefacción o agua corriente han sido factores importantes para esa reducción del consumo energético.
La Junta de Andalucía ha destacado además el papel de las energías renovables en el cambio del escenario energético de la comunidad autónoma, y es que este tipo de energías ‘limpias’ ya suponen el 33 por ciento del total de la electricidad que se consume en la región. La eólica es, con diferencia, la que más aporta a esa balanza eléctrica, aunque se registra un fuerte crecimiento de la tecnología termosolar.
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