Cuenta atrás para que Europa abra libre frontera a los tomates marroquíes

No parece que España, y menos Almería, puedan ponerle puertas al campo: la maquinaria para el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Marruecos, largamente barruntado, ha adquirido ahora carta de naturaleza.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el primer ministro marroquí, Abdelillá Benkirane, se reunieron la pasada semana para comenzar un proceso negociador para alcanzar un acuerdo de libre comercio completo.
Hasta ahora, desde los sucesos de la Primavera Árabe de 2010, los parlamentarios comunitarios habían teorizado sobre la necesidad de incentivar el comercio para fomentar la estabilidad económica de la zona, pero es ahora cuando se ha dado un paso firme para llegar a la liberalización global de todos los bienes y servicios.
Ambas partes se han comprometido a diseñar una estrategia  de la UE para los países del Sur Mediterráneo que condiciona un mayor apoyo europeo para aquellos países que más avancen en sus reformas democráticas. Es decir, que en futuro se podría extender a otros países como Túnez y Egipto.
La UE ya es el primer socio comercial de Marruecos y el principal inversor extranjero en el país magrebí.
Todo hace indicar que el actual acuerdo seguirá vigente tres años más y a partir de entonces, en 2016, podría ser realidad la apertura total de fronteras. El presidente de Coag, Andrés Góngora,  que “Alemania está presionando para poder vender sus electrodomésticos y coches en Marruecos, para algunos productos almerienses como el tomate o el calabacín puede ser un desastre y se acrecentará la deslocalización”.
Asaja pide “que no se incluyan en la negociación algunos productos hortícolas calificados como sensibles como el tomate, calabacín o pepino que ya cuentan con incrementos en los contingentes.