La justicia da carpetazo a una central solar de 20.000 hectáreas en Tabernas

El desierto de Tabernas se ha convertido en los últimos años en un atractivo escenario para las inversiones en grandes proyectos de explotación de energía solar. Sin embargo, las exigencias técnicas y medioambientales parecen elevar el listón a los aspirantes y muchos de ellos se quedan en el camino.
Un ejemplo de esta situación es la apuesta de la empresa Guradoor S. L. para la creación de un huerto solar con una superficie de 20.000 hectáreas en el término municipal de Tabernas, dispuesto a generar negocio (y empleo) durante los próximos 20 años. Una sentencia de la Sala de lo Contencioso de la Audiencia Nacional da carpetazo ahora al proyecto y confirma la legalidad de la actuación del Ministerio de Industria, la Junta de Andalucía y el gobierno de la Región de Murcia.
El propuesta se presentó en enero de 2012 y ofrecía grandes expectativas para el sector de las renovables en la provincia, a saber, “una central termoeléctrica solar con almacenamiento y transporte de energía, ubicada en el desierto de Tabernas, con extensión a Murcia y Albacete”.
A favor, la empresa contaba ya con una constructora encargada de la instalación (Lysply S. A.), con la financiación de una entidad (a cargo de Hipercapital Finance, nacida en las Islas Canarias) y con el visto bueno del Ayuntamiento de  Tabernas sobre la compatibilidad del proyecto con la clasificación de los suelos elegidos (tenía luz verde de la arquitecta técnica municipal, según recoge la sentencia).

Indemnización
Y el negocio era muy importante. No en vano, en la demanda a la Audiencia Nacional la empresa argumenta que se produjo un silencio administrativo a sus solicitudes y pide como indemnización más de 620 millones de euros diarios desde mayo de 2012, cantidad correspondiente el beneficio que esperaban recaudar con la actividad.
En contra de la construcción estaba fundamentalmente un informe de septiembre de 2012 emitido por el subdirector general adjunto de Energía Eléctrica. “Deniega la solicitud considerando que es una central de energía eléctrica y argumentando que no se ha cumplido la normativa sobre este tipo de instalaciones”, expone la sentencia judicial.
Además, tras el rechazo de las administraciones públicas implicadas, Guradoor S. L. se encontró con un giro de la financiera que decidió dar marcha atrás y retirar su apoyo al proyecto. Así, la gran planta solar quedó bloqueada mucho antes de la instalación de las placas en el campo de Tabernas y con ella la posibilidad de generar cientos de empleo en la comarca, en una materia donde Almería está a la vanguardia nacional y ha atraído importantes inversiones (públicas y privadas).