La Guardia Civil investiga las causas que rodean la muerte de un ciudadano inglés, de 68 años, que murió carbonizado en el interior de su vehículo, en la noche del pasado sábado en el municipio de Oria. El suceso se produjo poco después de las diez de la noche cuando algunos vecinos de la calle Baja observaron que el coche de Keith Bleakley se encontraba ardiendo entre llamaradas a la puerta de su cochera, situada junto a su vivienda, en el número dos de la calle Padre Méndez.
Fueron varios los vecinos que acudieron con cubos de agua para sofocar el siniestro, momento en el que constataron que en el interior del coche, un modelo Ford Focus, de color gris, se hallaba su propietario, Keith, que ocupaba el asiento del conductor y a quien las llamas le habían afectado. Otros vecinos ya habían alertado a la Guardia Civil, cuyos agentes se personaron en el lugar de los hechos un rato después, cuando el incendio se encontraba ya prácticamente sofocado, si bien intentaron aminorar los efectos de las llamas con algunos extintores. Los efectivos de bomberos del consorcio del Almanzora se desplazaron desde Albox, pero cuando se personaron en el lugar del siniestro las llamas ya habían calcinado el vehículo y a su único ocupante.
Dada la hora y día en que se produjo el suceso, sábado y a primera hora de la noche, fueron muchos los vecinos y curiosos que se trasladaron a la calle Baja para interesarse por lo sucedido, si bien la Guardia Civil cortó los accesos de la calle Padre Méndez e impidió el acceso a toda persona al lugar en el que se encontraba el vehículo calcinado.
Entraron a la fuerza
Los agentes forzaron el acceso a la casa de la víctima, pues la puerta estaba cerrada, pero en su interior se hallaban las luces encendidas, así como el receptor de televisión conectado y un ordenador. La Guardia Civil inició la búsqueda de la mujer de la víctima, ya que se desconocía su paradero, aunque todo apuntaba a que en la misma mañana del sábado se había trasladado a Inglaterra.
Keith Bleakley vivía con su mujer desde hacía varios años en la casa que se habían construido en la zona aledaña del casco urbano de Oria con la vega.
Cada uno de ellos tenía un hijo, fruto de relaciones anteriores, pero que solo acudían al municipio almeriense para visitar a sus progenitores. La víctima era muy conocida entre la colonia británica del municipio y entre muchos vecinos. En las horas previas al suceso, el ciudadano británico frecuentó varios establecimientos y bares del pueblo, en compañía de algunos amigos y conocidos, en los que tomó algunas consumiciones hasta que, al parecer, fue acompañado por alguna de sus amistades hasta su casa, en donde se introdujo solo.
Incógnitas
Lo que pudo ocurrir desde ese momento hasta que se descubrió el incendio del vehículo es una incógnita que hasta ahora nadie ha sabido explicar y que mantiene con absoluta incertidumbre a los vecinos de Oria, quienes no aciertan a saber qué ha podido suceder para que este convecino haya encontrado un final tan trágico.
Poco después de las cinco de la madrugada de ayer, el cuerpo de la víctima fue trasladado, tras el levantamiento del cadáver. Unas horas después, los restos del vehículo también fueron retirados de la puerta del domicilio de la víctima, cuyo toldo de la puerta de la cochera resultó afectado.
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