Emoción y naturalidad. Los Aljibes Árabes se inundaron de estas dos sensaciones en la noche del pasado viernes, en el acto de conmemoración de los primeros cincuenta años de vida de la Peña de El Taranto. Junto al presidente actual, Rafael Morales, Lucas López, presidente de honor y alma máter de esta entidad y Fósforito, cuyo nombre estuvo a punto de ser el de esta peña, destilaron sabiduría flamenca y humana en una velada inolvidable. El peso de ambas personalidades, el prestigio pasado y presente de la peña y la magia del entrañable santuario que son los Aljibes se conjugaron en una experiencia muy especial.
Antes de comenzar, Lucas López tuvo que enfrentarse a una emotiva sorpresa fue el descubrimiento de una placa dedicada a él. Conmovido, precisó el apoyo de sus allegados ante tan inesperado reconocimiento.
Ya en el recoleto escenario, Morales abrió el turno de palabra para ofrecer un semblante de Lucas López, que remitió directamente a la propia historia de El Taranto por ser tanta su implicación en la génesis y la conformación de esta peña.
Después habló Lucas, recordando las anécdotas y los hechos más destacables que rodearon el nacimiento de la entidad flamenca. La primera sede, los primeros compromisos personales, las primeras reuniones. Los primeros sueños. Aquel primer intento de buscarle un nombre pensando en un cantaor tan cercano: “Pensamos en llamarla Fosforito”, explicó Lucas, “pero él nos sugirió que la denomináramos con el nombre del cante de Almería, que es el taranto”.
A Fosforito le tocó cerrar las alocuciones, manteniendo esa impronta de maestro sin necesidad de ceremonia, de figura sin ejercicios de imagen. En un profundo tono poético y elocuente al mismo tiempo el gran cantaor regaló las melismas de su voz hablando con apasionada entrega de sus recuerdos relacionados con la peña y de algunos conceptos esenciales del Flamenco que tantas veces quedaron plasmados en estos Aljibes.
Duendes
Los duendes de su voz aparecieron en dos ocasiones gracias a sendas grabaciones, como , por tarantos. Losa plausos la sonrisa del maestro quedaron como uno de los mejores homenajes. Pero no fue el único. Fosforito se llevó una vez más el reconocimiento de El Taranto, en forma de trofeo. También su mujer, Maribel, recibió un ramo de flores de la secretaria de la peña, Carmen Hernández.
Y luego llegaron las actuaciones. Tomatito hijo subió al escenario, con su guitarra a “examinarse” ante la atenta mirada y el oido alerta de Fosforito y de Lucas López y, como hiciera su padre hace ya cuarenta y tantos años, cautivó a la audiencia. Luego, su hermana María de los Ángeles cantó para todos antes de que su padre subiera al escenario a recibir el cariño del púbico.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/3/provincia/40121/lucas-lopez-y-fosforito-sabiduria-y-genio-en-las-bodas-de-oro-de-la-pena