Solemne vía crucis de la Hermandad juvenil del Santo Cristo del Perdón y de las Lluvias

La estrecha calle de Nuestra Señora de Las Mercedes se convirtió en el centro de Almería para, en el más grande silencio, ver salir desde la iglesia parroquial de San Ildefonso, donde radica, a la Hermandad Juvenil del Santo Cristo del Perdón, Vía Crucis Penitencial de silencio.

El momento más esperado de la noche, llegó con la salida de la imagen del Cristo del Perdón y de las Lluvias, realizado por Palma Burgos, iluminado por cuatro hachones.

Una hermandad, esta del Perdón, que entre los almerienses la identifican no solo por su silencio, sino por todos y cada uno de los signos que exterioriza.

El primero es el olfato, con una olor penetrante como resultado de la mezcla de distintos inciensos, pero además, cada uno de los nazarenos que conforman la procesión son perfumaros desde la cabeza a los pies antes de salir a la calle de Las Mercedes. Un perfume de clavellinas  e incienso característico.

Muchos almerienses conocen que el Cristo del Perdón se llama, además, ‘de las lluvias’, porque tras una larga sequía en Úbeda, mientras Palma Burgos realizaba la imagen, vinieron unos días con continuas y necesarias lluvias. Siendo el propio pueblo el que le dio el sobrenombre.

Otro momento destacado es el toque de silencio que realiza a la salida de San Ildefonso, pero además lo realiza en distintos puntos del recorrido de la Estación de Penitencia, tanto hasta la Catedral como al regreso. Ese toque de silencio que invita a la meditación y la oración, se efectúa a las puertas de cada uno de los templos por donde pasan.

En un principio se aprobó en los estatutos de la Hermandad que ese toque se realizara al pasar por la puerta de algún hermano fallecido. Pero con el paso de los años se modificó para hacerlo en las iglesias, invitando a la oración y el silencio.

La llegada del Vía Crucis penitencial de Silencio hasta las puertas de la iglesia de San Sebastián, los hermanos de la hermandad de la Virgen del Carmen, de las Huertas, con banderín, esperaron en silencio su llegada, al ser su sede canónica.

El sonido de los tambores
La formación del cortejo se suele ver que al principio van todos los niños, que como detalle y tras procesionar en distintas ocasiones tienen aprendido el sonido de los tambores que les acompaña. La prueba es que van marcando el ritmo con las varas que portan cada uno.

Los hombres del bombo anuncian al comienzo del Vía Crucis, que Jesús del Perdón se aproxima. Unos hombres que en un principio fueron todos almerienses. Con el paso del tiempo fueron los hermanos de Úbesa y en la actualidad es mixta, al estar integrados por componentes de ambas poblaciones, siendo todos hermanos de la hermandad almeriense.

La hermandad del Perdón realizó una gran Estación de Penitencia ante las puertas de la Catedral, donde una gran cantidad de cofrades y almerienses en general esperaron su llegada para disfrutar de una de las procesiones diferenciadoras almerienses. Pero, además, que le dan personalidad única a los desfiles procesionales de Almería. Siendo su origen una mezca de dos estilos de la localidad de Úbeda, en Jaén.