Estudiantes ‘luchó’ con el viento y la lluvia... de pétalos, saetas y música

Real, Ilustre, Concepcionista y Universitaria Hermandad de Ntro. Padre Jesús de la Oración en el Huerto y Ntra. Señora del Amor y la Esperanza. Es el nombre completo de la popular cofradía de Estudiantes. El título de ‘Real’ le fue concedido en 1994 con motivo del 50 aniversario fundacional. La Casa Real aceptó los nombramientos al Príncipe de Asturias como Hermano Mayor Honorario, y a las Infantas como Camareras Mayores de la Virgen. Aquel mismo año fue nombrado Hermano Honorario el Rector de la recién creada Universidad de Almería y el Director de la Universidad Nacional de Educación a Distancia en Almería, dada la vinculación que la Hermandad ha tenido con dicho centro desde su creación.

Todo ello supuso que en 1996 el Rector autorizara la inclusión de la denominación de ‘Universitaria’ en el nombre de la Hermandad. Además, dada la especial relación que la Hermandad ha venido teniendo con las monjas de clausura del Monasterio de la Purísima de la capital (las Puras), se concedió a la Hermandad, por Decreto Obispo de Almería, el título de ‘Concepcionista’ en el año 2006.

La Cofradía de Estudiantes fue fundada en el año 1944 por un grupo de jóvenes almerienses, antiguos alumnos del Instituto de Enseñanza Media. Fue su primer consiliario Andrés Pérez Molina, y su primer hermano mayor Francisco Saiz Sanz, director del Instituto. La primera procesión que realizó la Cofradía tuvo lugar el Jueves Santo de 1945, y con el Misterio de la Oración en el Huerto.

La imagen de Ntra. Señora del Amor y de la Esperanza se incorporó al año siguiente. Su autor fue el imaginero sevillano Castillo Lastrucci. Fue la primera Virgen almeriense en salir bajo palio, siguiendo la costumbre andaluza. A partir del año 1947 la Cofradía cambia el día de su salida en procesión al Miércoles Santo, costumbre que se mantiene hasta hoy.

La procesión
Nunca ha fallado a su cita con Almería la cofradía de Estudiantes en sus 70 años de historia. Este año han procesionado 425 cofrades, más que ningún año, 300 de ellos nazarenos en las filas, quienes, por último año, lo han hecho con dos colores: hábito rojo y negro con cíngulo de espato en el Paso de Misterio; y equipación verde y blanca con cíngulo verde en el de Palio. En 2014 se unificarán los colores para ambos pasos. Unas 50 mantillas procesionaban como camareras de la Virgen de la Esperanza.

La salida a las 8 de la tarde fue multitudinaria. No cabía un alfiler en la Plaza de la Catedral, con el Obispo de testigo desde el balcón de su palacio. El paso de la Oración en el Huerto lucía por vez primera la candelería dorada, mientras que la Esperanza brillaba guapísima tras la restauración de los candelabros de cola y los varales de su paso.
Sin duda, el momento de mayor misticismo de la procesión fue la tradicional visita a las monjitas de las Puras, quienes aguardaban a la Virgen de la Esperanza en la puerta de su iglesia. Entregaron su Inmaculada, que fue adosada al frontal del paso para continuar así el resto de la procesión. La guitarra de Guillermo Fernández entonó ‘Esperanza en las Puras’ para darle aún más recogimiento y misticismo al momento, seguido cada año por un mayor número de fieles.

En su recorrido procesional hubo la habitual y esperada lluvia… de pétalos y de saetas. La primera tuvo lugar en calle Almedina, donde un grupo de jóvenes cofrades derramó una lluvia de pétalos sobre la Esperanza. Precioso. La de saetas le vino de las voces de Rocío Segura y miembros de la peña ‘El Morato’. Y no faltó la intervención de la tuna universitaria, en la puerta de San Pedro y de la Patrona, en cuyo santuario realizó la Cofradía su estación de penitencia.

Eran las 11 de la noche cuando la Cruz Guía se asomó a Carrera Oficial, cuyas tribunas estaban totalmente llenas de un público que desfiaba las inclemencias mete-orológicas. Una hora permeneció en ella y otra hora para regresar a la Catedral.