El Observatorio de Calar Alto proporciona datos para unos 125 proyectos al año

Hablar del Centro Astronómico Hispano-Alemán de Calar Alto es hablar de investigación y ciencia al más alto nivel. Este famoso y prestigioso observatorio ha participado en importantes y destacados proyectos y descubrimientos. En los últimos días se está hablando y mucho de él, pero no por sus logros, sino sobre su futuro, ahora en el aire por posibles recortes presupuestarios.

El Centro Astronómico Hispano Alemán (CAHA), más conocido como Observatorio de Calar Alto, es un centro de servicios, que no desarrolla investigación propia. Solo mantiene y opera los telescopios, que están a disposición de la comunidad astronómica española y alemana para que obtenga sus datos.

Según se ha asegurado desde el propio centro, cualquier persona que trabaje en astronomía en España o Alemania puede pedir el uso de los telescopios. “Por eso, restringir el funcionamiento y actividad de Calar Alto o cerrar las instalaciones afectaría a multitud de proyectos de investigación en universidades y centros de los dos países. Cientos de tesis doctorales y de investigaciones en curso dependen de esta instalación”, se ha destacado.

Como media, el Observatorio de Calar Alto proporciona datos para unos 125 proyectos de investigación diferentes cada año, con investigadores situados en España y Alemania, pero también en otros lugares del mundo. A la vez, el centro astronómico sirve como plataforma para el desarrollo de instrumentación de tecnología de vanguardia y al valorar su importancia no deben olvidarse los proyectos instrumentales y de desarrollo tecnológico.

Antecedentes
La noticia del posible cierre o disminución de la actividad de Calar Alto saltó cuando se conocieron las intenciones del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), dependiente del Ministerio de Economía y Competitividad, de reducir “drásticamente” el presupuesto que destina a este centro. Unos recortes que, según las primeras informaciones, podrían ser de un 75%.

Pronto se pronunciaron grupos políticos y representantes de colectivos que se oponen a estas intenciones, que podrían poner, según aseguran, en serio riesgo el futuro de este importante centro astronómico. También hay quien se muestra más prudente, a falta de conocer la decisión final.

La Subdelegación del Gobierno en Almería no se ha pronunciado, por el momento, al respecto; mientras que el CSIC ha señalado a LA VOZ que “se está estudiando el caso del Observatorio Astronómico Hispano-Alemán de Calar Alto”. Y sólo añadieron las mismas fuentes que las negociaciones “son más complejas, ya que se están llevando conjuntamente con el Instituto Max-Planck de Astronomía, en Heidelberg (Alemania). En unas semanas se conocerá toda la información”.

Por su parte, el portavoz adjunto del Grupo Popular en el Congreso y diputado nacional por Almería, Rafael Hernando, achacó esta semana el posible cierre de Calar Alto a una decisión “equivocada” del socio alemán y a la negativa del antiguo director del centro a realizar un “ajuste en el gasto de personal”. Hernando aseguró que el Gobierno central trabaja “para buscar una solución” que pasa, en primer lugar, por que la parte alemana del consorcio “recapacite sobre su decisión, la revise para seguir adelante” y negó que el posible cierre se pueda deber a un recorte en la partida presupuestaria del Centro Superior de Investigaciones Científicas.

Por su parte, el presidente de la Diputación de Almería, Gabriel Amat, especificó también esta semana que el actual convenio está vigente hasta final de 2013 y que el Consejo de Ministros ya aprobó el correspondiente al periodo de 2014-2018, aunque aún no ha sido ratificado.

De un Nobel al planeta más pequeño
Son muchos los proyectos significativos en los que ha trabajado y colaborado el Observatorio de Calar Alto. La mayoría de los grandes descubrimientos astronómicos actuales son fruto de proyectos a largo plazo que implican a multitud de personas integradas en varios equipos de investigación y que recurren a varios observatorios para obtener los datos. Por eso es difícil, en muchas ocasiones, precisar a qué observatorio se debe atribuir un descubrimiento. A lo largo de su historia Calar Alto ha aportado datos a muchos programas de investigación de la máxima relevancia, según explican fuentes del centro.

Entre ellos hay que destacar el que fue motivo del Premio Nobel de Física de 2011, el descubrimiento de que la expansión del universo se produce con un ritmo acelerado, resultado del Supernova Cosmology Project, para el cual se obtuvieron datos con los  instrumentos de Calar Alto.

Al hablar de hallazgos puntuales, dada su repercusión mediática, merece la pena destacar la observación del impacto del cometa D/1993 F2 (Shoemaker-Levy) contra Júpiter en 1994. El telescopio de 3.5 metros de Calar Alto fue el primero del planeta en captar imágenes de ese evento y las fotografías del choque tomadas desde Almería dieron la vuelta al mundo.

Entre los hallazgos recientes efectuados en parte con datos de Calar Alto destaca el descubrimiento del planeta extrasolar de menor tamaño conocido, el planeta Kepler-37b, para cuya confirmación fue crucial la participación del telescopio de 2.2 metros equipado con la cámara de última tecnología llamada AstraLux.

Proyectos científicos
El tiempo de observación en Calar Alto se dedica a una media de 125 proyectos cada año, la mayoría de ellos de duración breve en cuanto a tiempo de telescopio dedicado. Sin embargo, hay otros proyectos grandes que ocupan fracciones considerables de tiempo de telescopio y tras ellos hay consorcios científicos internacionales.
El telescopio de 2.2 metros, con distintos instrumentos, ha contribuido a la preparación de varias misiones espaciales, con un lugar destacado para la ‘Gaia’ de la Agencia Espacial Europea, para la que seguirá aportando información en el futuro con la cámara CAFOS y el espectrógrafo CAFÉ. En el telescopio de 3.5 metros, con el espectrógrafo de campo integral PMAS, se desarrolla actualmente el proyecto CALIFA de estudio del universo extragaláctico cercano.

Entre los proyectos que ocupan poco tiempo de telescopio hay muchos de gran impacto científico. Por ejemplo, el telescopio de 2.2 ha intervenido en proyectos que han confirmado la existencia de la radiación gravitatoria de Einstein, o que han logrado “resucitar” explosiones estelares de hace siglos.

Por último, el telescopio de 1.23 metros se utiliza para estudios de alerta rápida para observar fuentes explosivas de rayos gamma. Es también el que encuentra más aplicaciones de carácter didáctico y educativo y el que se usa en actividades dirigidas a aficionados o para prácticas de universidades.