Los planes educativos de la cárcel forman a más de 600 reclusos

Más de seiscientos internos ocupan silla y pupitre en las aulas repartidas por los módulos del centro penitenciario de El Acebuche. Todos ellos participan de alguno de los seis planes formativos desarrollados en la prisión almeriense y representan un escalón básico en su apuesta por la reinserción.
El éxito de este diseño educativo no ha pasado desapercibido para las autoridades y, además de contar con el reconocimiento de Instituciones Penitencarias, acaba de recibir un premio de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía por un proyecto conocido como “Propuesta de paz y tolerancia en entornos cerrados”, auspiciado por el Centro de Educación Permanente (Ceper) ‘Retamar’.
La consejera Mar Moreno entregó a una delegación almeriense (compuesta por la subdirectora de Tratamiento, profesores y alumnos) uno de los premios anuales a la Promoción de la Cultura de Paz y Convivencia Escolar 2012-2013.

Objetivos
Se trata en un modelo de enseñanza (aplicable a otros centros penitenciario y de menores) “basado en los principios de tolerancia, solidaridad, respeto, igualdad entre hombres y mujeres o resolución pacífica de conflictos para favorecer y potenciar la convivencia, como parte importante de la formación integral del alumnado”, según explican responsables de la iniciativa.
El Ceper Retamar se incorporó  en el año 2007 a la Red ‘Escuela: Espacio de Paz’, una iniciativa vanguardista en el sector penitenciario que ahora sirve de ejemplo para otros centros del país.
El Acebuche ofrece actualmente un amplio abanico de opciones educativas a sus internosy prácticamente la totalidad de la población reclusa almeriense está incluida en algún curso o taller formativo.
Entre los muros de la prisión pueden estudiar Primaria, Secundaria, Bachillerato y carreras universitarias a través de la UNED (a distancia). También participan en cursos de castellano (para reos extranjeros) y en  jornadas sobre creación de empresas.