Almería recibe siete jueces de apoyo de la última promoción de la Escuela Judicial

El Ministerio de Justicia (primero socialista y luego popular) lleva tres años sin crear nuevos juzgados. El corsé presupuestario impuesto por la crisis económica obliga a buscar soluciones imaginativas a los problemas de la Administración de Justicia sin grandes inversiones y aparcar proyectos más ambiciosos como ampliar la planta judicial.

En este punto, surge una complicación con las promociones salidas de la Escuela Judicial. No hay suficientes órganos vacantes para adjudicar a todos los nuevos jueces. Por eso el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha decidido dedicar a estos profesionales a servicios de apoyo y refuerzo sobre aquellos órganos con especial carga de trabajo o con dificultades vinculadas a la pendencia (capacidad de resolver asuntos).

Según una orden fechada por el pleno el 26 de marzo, el CGPJ dedica a siete profesionales emanados de la Escuela Judicial a órganos de la provincia de Almería. Dos de ellos van destinados como jueces principales al Primera Instancia e Instrucción número Uno de Roquetas de Mar y al número Tres de Vera. Son Tamara Martínez y María de Mar Alejo o, lo que es lo mismo, la quinta y la novena de una promoción de 231 personas.

Por su parte, los cinco restantes servirán como jueces de apoyo en el Juzgado de Instrucción número Cinco de Almería, los números Uno y Cinco de El Ejido, y los juzgados de lo Contencioso-Administrativo de Almería (uno dedicado a toda la jurisdicción y otro adscrito al número Tres). Son Almudena Navarro, Gonzalo Alcoba, María del Henar Cabezas, Urko Liendo y Juan Santiago Rodríguez.

Perfiles

La 63 Promoción de la Escuela Judicial está formada por 231 nuevos jueces. Tomaron sus despachos en un acto institucional celebrado el 4 de abril en Barcelona presidido por el Príncipe Felipe, si bien el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) realizó también una jura o promesa en Granada para los destinados a la comunidad autónoma.

Casi dos tercios de los aprobados son mujeres y la media de edad total ronda los 30 años. Más de un 76 por ciento de los jueces y de las juezas de la promoción no tienen ningún familiar en el ámbito de las profesiones jurídicas y casi un 90 por ciento asegura conocer el idioma inglés, mientras que un 26 por ciento dice tener conocimientos del idioma francés.

Siete de ellos quedan adscritos al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía para actuar de refuerzo en juzgados especialmente conflictivos o saturados.