El pueblo despide con consternación a su maestra de música, Lola Callejón

El Ejido despide hoy con mucho dolor a Doña Lola Callejón, ‘la maestra de música’ de numerosas generaciones de ejidenses que cursaron sus estudios en el IES Santo Domingo, quien fallecía, a los 71 años, este pasado fin de semana en un centro hospitalario de Granada donde permanecía ingresada desde que, hace unas semanas, sufriera un grave accidente de tráfico.

Directora del Coro Ciudad de El Ejido, hermana del exalcalde y senador, Juan Callejón, militante socialista, mujer amable, participativa y vecina muy querida será despedida esta mañana en la Iglesia de San Isidro por un pueblo que está de luto. Las muestras de aprecio hacia Lolita para sus conocidos, y Doña Lola para sus cientos de alumnos, han sido constantes desde que se conociera su fallecimiento.

“De las más grandes personas que he conocido como alumno”; “No habrá otra como ella”, “Nos acercó dos de las cosas más bonitas de la vida a quienes fuimos sus alumnos: la música y las risas”; “Una mujer preciosa”, “Una grande de la música que se nos ha ido”; Somos muchos los que hemos compartido un ratito de música con ella”... son solo algunos de los comentarios que se escuchaban durante el día de hoy a medida que los vecinos iban conociendo la triste noticia.

Lola Callejón fue durante media vida la profesora de música del IES Santo Domingo en su querido pueblo, pero también enseñó música en Almería, en el IES Alborán. Siempre vinculada a este arte, su gran pasión, era la directora del Coro ‘Ciudad de El Ejido’ que hoy la despedirá rodeándola de música en su adiós.

Su carácter cercano y amable ha hecho que sus queridos alumnos la recuerden con mucho cariño y, sin duda, no como a una profesora más. “No habrá otra como ella, lo sentimos mucho todos los que la conocíamos...” se comentaba ayer en la Plaza Mayor donde ella habitualmente acudía por las mañanas a desayunar en los establecimientos de la zona.

“Seguidora del Poli’
Y si la música era el aire que necesitaba para respirar... el fútbol, y, sobre todo, el desaparecido Poli Ejido, eran su gran pasión. Fiel seguidora del Poli, ayer muchos recordaban como “era la primera en estar en el campo para animar al Poli. Con esa voz con la que animaba al equipo durante el partido”. El mundial “fue todo un derroche de alegría. Era una maravilla ver como antes de los partidos sacaba a su porche en Almerimar un montón de sillas y allí todo el que quería se quedaba a ver el fútbol. La puerta de su casa siempre estaba abierta”, comentaba ayer a LA VOZ, una de sus vecinas en Almerimar, donde durante mucho tiempo regentó el establecimiento ‘Olimpo’ en el que la música, evidentemente, tuvo mucho protagonismo.

Hoy El Ejido está de luto. Despide a su maestra, a su amiga de tantos y tantos amigos. Despide a la hermana, a la madre, a una persona buena que fue feliz.