Más de 800.000 kilos de frutas y hortalizas han donado en el primer trimestre de este año trece Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH) de Almería a la fundación Banco de Alimentos de varias provincias de España. Se estima que este volumen de productos ha llegado a unas 200.000 personas con dificultades económicas.
La entrega se ha realizado dentro del programa de distribución gratuita de productos hortofrutícolas que llevan a cabo una veintena de OPFH de Almería que han suscrito acuerdos de distribución gratuita con Bancos de Alimentos de varias provincias andaluzas y de otras autonomías.
Hasta marzo, las OPFH almerienses que han realizado operaciones de retirada de producto para su distribuición gratuita son Coprohníjar, Vicasol, Hortichuelas, Ejidomar, Parque Natural, Nature Choice, Ferva, Murgiverde, Agrieco, Inver SAT, Hortasol, Cítricos del Andarax y Cabasc.
En cuanto a los productos que se han repartido, destacan el tomate (440.000 kilos); pimiento (263.000 kilos) y pepino (78.000 kilos). También se han donado más de 27.000 kilos de naranjas. Las frutas y hortalizas, que se entregan envasados, son de calidad ‘segunda’ o superior.
Por la entrega de estos productos a instituciones benéficas, las OPFH reciben una compensación económica en función del volumen (financiada con fondos europeos), así como una subvención por los gastos de manipulado, envasado y transporte. En cambio, en situaciones de gestión de crisis, cuando los productos son destruidos, las Organizaciones de Productores tienen que financiar el 50% del coste.
Crisis de precios
Por su participación en este programa de distribución gratuita de productos, las empresas almerienses recibieron el pasado año más de 1 millón euros, cantidad que corresponde a la ayuda por la retirada de las frutas y hortalizas (380.750 euros), a la selección y envasado del producto (484.785 euros) y al transporte del producto (175.000).
La distribución gratuita de frutas y verduras forma parte de las medidas de gestión de crisis a las que las OPFH pueden acogerse -siempre que así lo contemplen sus Programas Operativos-, en momentos de caída de precios o crisis agroalimentarias.
La medida consiste en la retirada del mercado de una parte de los productos, con el fin de reducir la oferta e intentar que se recuperen los precios. Estos productos, en perfecto estado para el consumo, en lugar de ser destruidos, son distribuidos de forma gratuita en instituciones benéficas, que a su vez los entregan a personas necesitadas. La Consejería, además del control de la calidad y la cantidad de los productos, se encarga de promocionar la operación entre las empresas hortofrutícolas y las instituciones benéficas.
A la vista de los datos del primer trimestre, en 2013 está previsto que se incremente el volumen de productos entregados a instituciones benéficas, ya que una veintena de OPFH habían firmado acuerdos con más de veinte Bancos de Alimentos.
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