Hijos de Darrical dice que el alcalde de Alcolea los ha echado de su sede

El 15 de mayo de 1997 el BOE publicaba la incorporación de Darrical y de su anejo, Lucainena, al término municipal de Alcolea. Mucho antes, la construcción del pantano de Beninar, la falta de servicios y de actividad económica habían provocado el despoblamiento de estos nucleos que, en su mayor parte, buscaron una nueva vida en los pueblos del Poniente almeriense. No obstante, estas personas nunca han olvidado sus orígenes. Así nació, en 1994, la Asociación ‘Hijos de Darrical’ que, en la actualidad, tiene 45 socios y realiza actividades de carácter “social y recreativo”, afirman.

“Hijos de Darrical”, actualmente presidida por Pedro Manrique, quiere denunciar que el alcalde de Alcolea, Cristobal Baños, en el local de su sede, “sin mediar palabra cambió la cerradura sin ningún tipo de resolución judicial o administrativa firme notificada a esta asociación, dándole una patada a la puerta,  sin ninguna Comisión Judicial de Deshaucio, acompañado únicamente por la Guardia Civil”. Pese a que, desde la asociación han ido a hablar con Baños para que se diera una solución satisfactoria al problema, el alcalde, según cuentan, “nos dijo que lo analizaría; pero de esto hace ya casi dos meses, entre los que han transcurrido las vacaciones de Semana Santa, y ha habido multitud de vecinos del pueblo que viven fuera de Almería, y que por estas fechas regresaron para pasar unos días de vacaciones, y por este motivo de estar el local cerrado, no tuvieron un lugar donde departir con los vecinos, jugar a las cartas, charlar... lo que ha generado una gran intraquilidad y malestar en el pueblo”.

Desde ‘Hijos de Darrical’ consideran que el alcalde de Alcolea quiere utilizar su local para otros usos y que en su decisión de desposeerles de él hay motivaciones políticas.

Aún no lo han decidido pero, desde la asociación, están pensando seriamente en denunciar el caso judicialmente, “si el alcalde no da una solución de inmediato a este problema”. Además, afirman, “nosotros mantenemos el local y seguimos pagando los gastos”.

El local, para ‘Hijos de Beninar’, es de una importancia primordial, “es el único lugar que puede articular y vertebrar este pueblo que, además de estar diseminado, también está despoblado, y con esta actuación no se está colaborando en nada por el Ayuntamiento de Alcolea en favor de esta pedanía, sino todo lo contrario, está haciendo que las pocas personas que vienen de vez en cuando, se queden en sus casas sin poder departir con el resto de vecinos”.

Mientras, todos los domingos, cuando suben a Darrical, los vecinos continúan reuniéndose, pero en la calle.