El acusado del triple crimen de Palomares aduce legítima defensa

José Antonio Zamora se sentará mañana en el banquillo de los acusados en la Audiencia Provincial de Almería. Durante aproximadamente una semana tendrá que convencer a los miembros del jurado popular de su inocencia en el triple crimen de Palomares, el suceso que acabó con la muerte de tres miembros de la familia Santiago.
El fiscal pide para el acusado 48 años de prisión por tres delitos de asesinato y uno de tenencia ilícita de armas. El escrito de acusación señala que Zamora cogió un rifle y se presentó en la calle donde residía esta familia. Ambos “mantenían problemas” anteriores.  Allí disparó a un varón, a su hijo y a su esposa y luego se entregó en el cuartel de la Guardia Civil de Cuevas.

Zamora no se niega ser el autor de los disparos aquel 26 de julio de 2011, pero articula su defensa sobre la tesis de la legítima defensa, las amenazas previas a su familia y una agresión producida cinco días antes en una estación de servicio de la localidad.

El acusado, que ya se encuentra en la prisión de El Acebuche (antes había sido trasladado por motivos de seguridad), sostiene que acudió a la zona de Cabeza Martinón para pedir a la familia Santiago que cesara en sus amenazas y que llevó el rifle por seguridad.

La Fiscalía sostiene que los dos varones Cristobal y Juan Santiago se acercaron a su vehículo y, tras una breve discusión, el acusado les disparó con la escopeta. Luego, Fermina se acercó gritando a los heridos y el acusado le disparó también a ella.

La defensa no rebate la secuencia de hechos, pero sí introduce un matiz que puede ser clave en el caso: una agresión. Según aparece en la instrucción, Zamora recibió un mordisco que le arrancó buena parte de la nariz. Los letrados aseguran que el acusado estaba siendo atacado por ambos a través de la ventana de la furgoneta y él intentó defenderse entre fuertes dolores. Será el jurado popular quien decida.