El Pleno vota no al agua de Galasa y apuesta por la solución del trasvase

La única solución viable para mejorar la calidad del agua de Albox es aprovechar el trasvase del Negratín a su paso por el término municipal de esta localidad. Esa es la postura defendida por el equipo de Gobierno municipal respecto a esta problemática. Un argumento que este lunes esgrimieron los concejales socialistas en el mismo Pleno donde el Partido Popular, en la oposición, solicitó mediante una moción el regreso del municipio a Galasa.

La sesión plenaria, que se celebró ante más de medio centenar de vecinos, fue un continuo cruce de razonamientos en defensa de estas dos propuestas con la pretensión de acabar con el agua no potable que a día de hoy sale de los grifos albojenses.

Denuncia de radiactividad
“Tiene la solución para el agua: abrir el grifo de Galasa que cerró hace cuatro años. Esa es la solución que hoy queremos los albojenses”, señaló al inicio de la sesión el portavoz del PP, Juan Pedro Pérez, quien también denunció el coste de las facturas y los “altos índices” de radiactividad del agua. Una afirmación que fue desmentida por Eduardo Cano, responsable de Explotación de Gestagua, empresa encargada de gestionar este bien líquido en Albox. Cano, invitado a participar, explicó a los presentes que según la legislación del Ministerio de Sanidad, en caso de que el índice de radiactividad alfa esté “por debajo de 0,1 el agua es apta para el consumo. El agua de Albox está por debajo de 0,1. Por radiactividad es apta. Otro tema son los sulfatos, que son muy altos”, añadió. Seguidamente expuso la baja cantidad de bien líquido recibido desde Galasa cuando el Ayuntamiento contó con los servicios de esta sociedad y sentenció. “Con Galasa los sulfatos estuvieron siempre por encima de lo que marca la legislación”.

Más allá de las propiedades del agua, Pérez puso en duda los acuerdos entre Ayuntamiento y Gestagua y reiteró su petición de utilizar las instalaciones construidas por el anterior alcalde popular, Francisco Granero, para distribuir agua de Galasa aunque sea de manera temporal mientras se trabaja en otra solución. “Vamos a dejarnos de falsificar la realidad”, pidió el portavoz del PP tras las comparaciones del agua de Albox con la de Galasa. “La solución pasa por el trasvase del Negratín”, respondieron los ediles socialistas, que también se refirieron al año 2007, cuando “semanas antes de las elecciones” Granero inauguró una infraestructura que requirió una inversión “ de 8 millones de euros” que no se ha podido aprovechar por la calidad y “escasa cantidad” del agua de Galasa. Del mismo modo, reiteraron que no se realizarán inversiones notables hasta que se lleve a cabo una actuación que solucione el problema de manera “definitiva”.

No intervino hasta el final el alcalde, Rogelio Mena, que fue claro. “Que lo sepan los ciudadanos, el agua de Galasa no es apta para su consumo. Esa es la realidad”. Además compartió que “el agua de Albox es una porquería, aunque el Ministerio de Sanidad diga que es potable”. Una apreciación (quizás la única) en la que todos; público, Gobierno y oposición, coincidieron este lunes.