José María Quintana reconoce y es consciente de que se hace cargo de la dirección del Observatorio de Calar Alto en un momento difícil. Tras conocerse su nombramiento el pasado viernes, Quintana habla con LA VOZ, a quien asegura que afronta su nueva ocupación con mucha ilusión y que desde la próxima semana empezará a trabajar.
“Económicamente todo el mundo tiene problemas y nosotros también tenemos que tenerlos. Habrá que ver de qué forma los resolvemos. Si uno los mira desde otra perspectiva puede servirnos para buscar soluciones inéditas o para obtener nuevos planteamientos que nos lleven a conclusiones, hasta ahora deseadas, pero pocas veces conseguidas”, señala. “Hay que espabilarse y ver cómo hacemos más cosas por menos dinero”, apunta el nuevo director de Calar Alto, que sustituirá a David Barrado, que ha ocupado este cargo en los últimos dos años.
“Hay que afrontarlos”
Al preguntarle por los recortes presupuestarios de los que se han hablado en los últimos días, señala que existe un problema básico. “Si esos recortes no se asumen, no hay solución. En cambio, si se afrontan, se buscan compensaciones por otro lado y se establece un marco general de actividades que se puedan hacer frente con el dinero con el que disponemos, yo creo que no habrá problemas”, afirma.
“No todo es cuestión de estar en primera fila, en ella se está alguna vez. Lo normal es ocupar una buena, lo que puede ser muy rentable desde el punto de vista del conocimiento. Yo creo que un país como España debe apostar por eso. Nosotros ya tenemos, gracias a programas internacionales, el acceso a grandísimos telescopios que se están construyendo en Chile y no vamos a hacer otros de gran tamaño, que cuestan mucho dinero, en todos los sitios”, señala. “En mi opinión, telescopios como el de Calar Alto tienen una calidad y un valor de cara al futuro indudable. Con ello se puede hacer cosas extraordinariamente importantes”, comenta el nuevo director.
José María Quintana señala que una vez conozca a través de los empleados y “de su propia voz” cuáles son sus problemas, planteamientos y propuestas, se establecerán las soluciones. “Con un diálogo franco, cordial y positivo por parte de todas las partes, en mi opinión, hay muchas posibilidades de sacarlo todo adelante sin graves daños”, señala. No obstante, reconoce que algunas consecuencias habrá, “porque no hay dinero para desarrollar las actividades en la misma medida que se han venido haciendo en los últimos años”.
“El futuro del centro está por ver, pero desde luego hay una adenda firmada que sustituye la finalización del acuerdo en 2013,que es lo que había firmado, y ahora se garantiza hasta 2018. Yo veo difícil la posibilidad de prolongar la colaboración entre Alemania y España y que dure más allá de 2018. Eso tampoco me parece mal porque, si ellos se van, todo el instrumental y las magníficas infraestructuras de Calar Alto quedarían a disposición de los españoles”, apunta.
Despidos
“Nuestro interés sería no buscar despidos. Lo que hay que hacer es conocer los problemas y tratarlos individualmente para ver las posibilidades que hay de llegar a acuerdos que satisfagan a ambas partes. Los trabajadores temen que algunos de ellos puedan ser eliminados del staff, pero nuestra idea no es esa. Habrá gente que tenga que aceptar, probablemente, una reducción de salario, al igual que hacemos todos”, comenta.
Al preguntarle sobre un posible número de despidos, señala no poder contestar. “Habrá que ver los problemas, cómo se planteen y ver hasta dónde podemos llegar. Lo que si va a ver es, probablemente, una reorganización interna que procure sacar el máximo beneficio de las inversiones y de las actividades que allí se realizan”, apunta el nuevo director del Observatorio de Calar Alto.
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