“Hasta que no abren las terrazas de cine, no empieza el verano”. Lo sabe bien su gerente, Antonio Asensio Nache, que lleva “toda la vida” recibiendo a roqueteros y visitantes noche tras noche en la emblemática sala. “Tiene un encanto especial”, reconoce el empresario mientras abre las puertas de la sala, inaugurada este año el pasado viernes por unas 300 personas. Antonio achaca a la “libertad” que da el cine a cielo descubierto parte de su éxito. “Puedes comer un bocadillo mientras ves la película, cambiar de sala, traerte tus cojines de casa...”.
De hecho, ir al cine de terraza es todo un ritual. “Hay quien se ha llegado a traer hasta una tumbona”, recuerda divertido el gerente. Y esa libertad es la que ha hecho que, por ejemplo, Javier Sabio, que ahora tiene once años, fuera al cine ya de bebé. “Nos lo traíamos en el cochecito”, recuerda su madre, Manoli Sánchez. Por aquel entonces, vivían en Roquetas pero ahora van a la terraza desde El Ejido.
Son muchos los espectadores que llegan a Aguadulce desde otras localidades de la provincia. “Vienen desde San José solo para ir al cine y volver”, destaca el gerente. Año tras año, los visitantes repiten, “los vas viendo de vacaciones y cómo van creciendo los niños”, describe Antonio. Es el caso de Jorge Silva, que empezó a ir en el año 82. “Llevo 30 años viniendo, y los que me quedan”, decía el viernes. Esa noche estaba en el cine con sus hijas,Vera y Abril, que estaban siendo recompensadas por sus buenas notas.
Un cine que va a mejor
“Lo que más suelen venir son familias completas, y el sábado y el domingo hay muchísima afluencia, aunque cualquier día funciona muy bien”, confirma el gerente. También es habitual ver a grupos de amigos, que ven una película “antes de salir a tomar algo”. El precio de la entrada y el hecho de que se puedan ver dos películas por el precio de una multiplica su atracción. “Es un cine que siempre ha ido a mejor”, dice Antonio.
Por eso, desmiente todos los rumores que todas las primaveras anuncian el cierre de las salas. “Siempre se dice que hemos vendido a un supermercado, yo vivo cerca y me lo suelen preguntar por la calle, pero ni lo hemos hecho ni lo vamos a hacer, el cine de verano continuará”, tranquiliza su gerente.
Para aprovechar el espacio, el año pasado se comenzaron a ofrecer espectáculos infantiles algunas tardes de verano, una iniciativa que se va a repetir este año, al igual que en las cercanas salas de los cines Chaplin. También se prevé recuperar algunos de los éxitos cinematográficos de este año, aunque las terrazas dejaron de proyectar películas de todo el año para pasarse a los estrenos hace unos años, “porque es lo que más éxito tiene”.
Con estrenos o películas recuperadas, las noches de verano en Aguadulce se viven en el cine de terraza.
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