Miguel Arias Cañete, ministro de Agricultura: “Cuántos quisieran la posición que tiene hoy la agricultura de Almería”,auto,au

El ministro de Agricultura es un hombre ya conocido en Almería desde su anterior etapa en la misma cartera. Seguro de sí mismo y convencido de que hay pasos que los agricultores y comercializadoras tienen que dar, hace un repaso al momento actual del sector.

¿Cree que aún es tiempo de modificar las medidas de la PAC que son perjudiciales para la agricultura andaluza y española, como el sistema de pago por superficie o por producción?
Aspectos como la limitación de superficies elegibles en el año 2015, la convergencia interna, el pago o componente verde o la ayuda asociada, son clave y prioritarios en las negociaciones. Y debe resaltarse que ya se han producido esperanzadores avances en estas cuestiones; en especial teniendo en cuenta  que en un proceso negociador multilateral, como el abierto en la actualidad, los intereses son muy divergentes. Por ello no debe quedar duda alguna de que este Ministerio, y este Ministro, estarán hasta el último minuto defendiendo los intereses de nuestro  sector agrario y que el acuerdo final de la PAC deberá recoger suficiente flexibilidad para su aplicular, en la UE, como es el nuestro..

¿Cabe la posibilidad de que la horticultura almeriense tenga acceso a más recursos comunitarios a través de políticas de apoyo a la comercialización, la modernización o la sostenibilidad?
Los horticultores almerienses, además de poder financiar este tipo de medidas en el marco de los Programas de Desarrollo Rural, cuentan con una herramienta fundamental para mejorar su competitividad dentro de la OCM única. Así, aquéllos que se constituyan en organizaciones de productores pueden acceder a importantes ayudas comunitarias para financiar acciones que supongan una mejora en la producción, comercialización, calidad, respeto al medioambiente, etc. Estas acciones se encuadran en programas operativos que son cofinanciados al 50% (e incluso al 60% y al 100% en determinados casos) por la UE. La vía para conseguir mayores fondos comunitarios pasa por el reconocimiento de un mayor número de organizaciones de productores en Almería, a lo que se añadirá, en el próximo período de programación 2014-2020, lo que proceda de los apoyos que se concedan para la constitución de estructuras comerciales que abarquen más de una Comunidad Autónoma.

¿El hecho de que la agricultura almeriense sea una de las menos subvencionadas del país supone un perjuicio o un beneficio a medio y sobre todo a largo plazo?
En primer lugar, el sector hortofrutícola almeriense, a través de sus organizaciones de productores, recibe más de 30 Meuros al año de ayudas comunitarias, cifra que no es en absoluto desdeñable -para situarnos, de 5.000 millones de las antiguas pesetas-, y que, como ya he señalado, tiene un efecto claro sobre la competitividad del sector. En todo caso, la mayor garantía de futuro para cualquier sector productivo es que sea capaz de responder a las exigencias del mercado y que sea el propio mercado el que lo remunere de una forma satisfactoria y suficiente. El sector agrícola almeriense, altamente especializado, ha sabido conjugar hasta el momento todos los esfuerzos y las oportunidades que se le han brindado y debe estar satisfecho por ello.  Cuántas agriculturas, dentro y fuera de España, quisieran poder disfrutar de la posición que hoy tiene la de Almería, en un momento como el actual.

El recorte del presupuesto agrícola de la PAC es inevitable pero, ¿de qué cantidades estaremos hablando cuando se apruebe la reforma?
En primer lugar, en lo que se refiere a ayudas directas, garantiza para España un nivel de apoyo equivalente al recibido durante el período actual por este mismo concepto, con una dotación financiera de 35.705 millones de euros. En segundo lugar,  en lo relativo a las ayudas al desarrollo rural, el Acuerdo asigna a España 8.291 millones de euros, lo que supone un incremento del 3,0 % con respecto al importe asignado para el período 2007-2013.

¿Cree necesario establecer o endurecer, los mecanismos de control de fronteras y de mercados para salvaguardar la agricultura almeriense de la competencia de terceros países?
En el caso de la agricultura almeriense, los principales competidores se encuentran tan sólo a unos kilómetros, al otro lado del Estrecho. La horticultura marroquí se caracteriza por productos y periodos muy parecidos a los almerienses por lo que, desde España, se ha luchado por mantener distintos mecanismos de protección de las importaciones. Estos mecanismos se traducen, principalmente, en el régimen del precio de entrada y en la aplicación de contingentes. Me gustaría resaltar la creación de un Comité hispano-marroquí, el pasado mes de diciembre, con el fin de fomentar las relaciones entre administraciones y productores de ambos países. Comité que nos ayuda en el seguimiento de los acuerdos, y que abre una nueva y muy importante vía de entendimiento para resolver situaciones de conflicto.

Ante la evidencia de unos costes más bajos en otros países, ¿qué debe hacer una zona productora como Almería para seguir siendo competitiva?
Dos vías me parecen claves de cara al futuro. La primera es seguir trabajando en la vanguardia como hasta ahora, invirtiendo en innovación e investigación como herramientas de éxito. La segunda debe centrarse en una labor de diferenciación de nuestros productos a través de la calidad y de métodos de producción respetuosos con el medioambiente, cuestiones  muy valoradas por el consumidor, incluso en estos momentos de crisis en los que el precio es determinante.

Se dice que su relación personal con el consejero de Agricultura, Luis Planas, es excelente, ¿se traslada esa relación a las que mantienen en este momento la Consejería y el Ministerio de Agricultura?
En este sentido, la Junta de Andalucía y el Ministerio, con las consiguientes y entendibles diferencias que pudieran haber surgido en algún momento, siempre han tenido como línea directriz de sus actuaciones ese principio. Si, además, concurren, como es el caso, una excelente relación personal, es un haber no desdeñable. Y no le quepa duda de que esta buena relación se traslada a todos los niveles de trabajo. Va en beneficio de nuestros productores.

¿La lucha biológica, la producción integrada, tienen las respuestas que reclaman los consumidores en cuanto a una alimentación más saludable? ¿Es esta una buena línea para el sector hortofrutícola?
Tanto la lucha biológica como las técnicas de producción integrada son modelos de producción que abogan, en línea con lo dispuesto en las normativas comunitaria y nacional, por una utilización más sostenible de los productos fitosanitarios, logrando reducir los riesgos y efectos del uso de estos productos en la salud humana y el medio ambiente a la vez  que se  mantienen los parámetros de calidad comercial. Desde el Ministerio, apostamos firmemente por la implantación de los principios generales de la gestión integrada de plagas al total de las explotaciones, a partir del 1 de enero de 2014.

¿Es partidario de un mayor intervencionismo público en la regulación de los mercados agroalimentarios para evitar los abusos de las posiciones dominantes de la gran distribución?
Soy partidario de ordenar las relaciones comerciales en la cadena alimentaria, de manera que cada uno de los eslabones que la componen, obtengan una remuneración que esté acorde con el valor que añade al producto, desde su origen a su destino.

Se ha insistido por activa y por pasiva en la importancia de avanzar hacia la concentración de la oferta ¿Qué está impidiendo, desde hace treinta años, que una cuestión con tanto consenso como esta salga adelante?
Pues, en mi opinión, sencillamente, pasar de la palabra a los hechos Porque es verdad que se viene diciendo mucho, pero, aunque también es cierto que se han producido avances importantes, queda mucho por recorrer. Lo he referido muchas veces, en este año y medio, y no me cansaré de decirlo. En Europa las cooperativas tienen un peso específico en las relaciones comerciales muy importante. En algunos casos son ellas las que tienen una posición dominante en el  mercado. Pero para darnos una idea. En Holanda las dos primeras cooperativas facturan tanto como las 4.000 españolas e igual sucede, casi, con las cuatro primeras cooperativas francesas. Si allí se hace, con evidente ventaja para todos los que se integran en ellas, aquí se puede hacer, pero lo tienen que hacer los propios agricultores.