Las medidas de seguridad se extreman durante el verano en las piscinas de toda la provincia. Una época en la que los inspectores de la Delegación de Salud y Bienestar Social revisan la adecuación de las instalaciones y las condiciones de las aguas en cientos de espacios de baño, públicos y privados.
“Hasta el último cambio en la normativa, se debían inspeccionar todas las piscinas”, explica la directora del Distrito Poniente de la citada Delegación, Pilar Espejo. Sin embargo, actualmente, los inspectores del servicio vigilan personalmente sólo las instalaciones de hoteles, aguaparks y piscinas públicas municipales o situadas en espacios comunitarios como centros deportivos o de ocio.
Control periódico
En el distrito de Poniente este tipo de piscinas suma dos centenares. En ellas, el personal de Salud realiza un informe sobre el equipamiento y la correcta instalación de las medidas de seguridad necesarias según el tamaño del vaso de baño.
En el caso de las piscinas de comunidades privadas, el Distrito de Poniente tiene registradas cerca de 300 piscinas en los municipios que lo conforman: Roquetas, El Ejido, Adra, Berja y Vícar, principalmente.
Estas piscinas no tienen la obligación de superar una inspección en persona pero sí de llevar un control del agua “en unos libros de Registro que son validados por la Delegación, también de forma periódica”.
Cloración
Los responsables de las comunidades miden diariamente los niveles de concentración del desinfectante utilizado, el color y olor del agua y su ph; mientras que cada dos semanas se realizan en las piscinas análisis de bacterias y algas.
“Se hacen a través de sticks preparados que miden todos los parámetros de forma automática”, explica Espejo, “y principalmente se mira bien la cloración del agua”.
Las piscinas pertenecientes a residencias se visitan también “cuando son de nueva construcción o cuando han realizado alguna reforma o modificación”. En este sentido, la concesión de las licencias municipales para la construcción o reforma de las piscinas de uso colectivo está condicionada a la existencia de un informe sanitario de la Delegación, tal como señala el decreto.
Asimismo, con anterioridad a la fecha prevista de apertura o reapertura al público de una piscina, los ayuntamientos informan a los servicios sanitarios de las licencias que han concedido, a fin de incluir las instalaciones en los programas de inspección correspondientes.
Duchas y desagües
La directora del Distrito especifica que en los controles técnicos de las instalaciones “se revisan las escaleras, la zona que rodea a la piscina, los bordes del vaso de baño, las duchas, los desagües...”
Además, las piscinas de uso colectivo cuya superficie de lámina de agua sea de doscientos metros cuadrados o superior deberá contar con un servicio de socorristas, según recoge la normativa de la Consejería.
Entre las piscinas de residencias privadas y las de espacios de uso comunitario como los hoteles y parques de agua, el Distrito de Poniente tiene registradas en total 486 instalaciones.
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