Bomberos y policía local salvan a un joven que cayó a un pozo

Bomberos y policía local salvan a un joven que cayó a un pozo

Javier Adolfo Iglesias
21:07 • 13 jul. 2013

Un joven madrileño fue rescatado en la noche del viernes  por los Bomberos de Levante y la Policía Local de Mojácar de un profundo pozo al que cayó mientras iba con sus amigos por la zona de la costa de Mojácar.  El pozo es el vestigio de un antiguo aljibe que se encuentra abandonado en el interior de una finca sin uso alguno que estaba vallada.

La caída tuvo que ser muy violenta dada la altura de más de doce metros, pero el joven se resistió y apoyó en las paredes para frenar la caída, lo que le produjo graves erosiones en las rodillas y extremidades.

Tras su rescate por efectivos de Bomberos de Levante con el apoyo de la Policía Local de Mojácar, una ambulancia del 061 trasladó al joven de 25 años al hospital de la Inmaculada en Huércal-Overa, donde pasadas las cuatro de la madrugada fue dado de alta.

En pandilla

El suceso ocurrió pasada la medianoche cuando una pandilla de amigos se dirigían de un lugar a otro en el Paseo del Mediterráneo, en la zona de ocio, cuando a la altura del Mandala, el joven A.A.S. sintió necesidad de orinar.

Para no hacerlo en un lugar visible decidió adentrarse unos veinte metros en una finca vallada pero por un tramo cuya protección estaba vencida.  El orificio en el suelo por el que cayó el joven estaba semioculto por matorrales.

De repente, a pocos metros, los amigos oyeron un fuerte grito de su amigo. Fueron ellos los que inmediatamente  llamaron al 112 que activó el dispositivo de emergencia. Los primeros en llegar fueron dos patrullas de la Policía Local de Mojácar. “El sitio está en una zona escarpada y oscura. Hizo falta que llevaramos iluminación”, afirma Gabriel Ruiz, oficial de la Policía Local.

Tras valorar la situación llamaron de inmediato a los Bomberos de Levante a las 1,14 de la madrugada. Al lugar del accidente acudieron también agentes de la Guardia Civil, con acuartelamiento en Garrucha.

Los bomberos del Levante efectuaron la difícil tarea de rescate con ayuda de su triángulo de salvamento, con el que practican con regularidad en su acuartelamiento en Turre. Con la debida precaución sobre la salud del joven, que en ningún momento perdió la conciencia, un bombero se descolgó hasta la profundidad del lugar y  colocó un collarín de protección en el cuello del accidentado. 

Nada más ser rescatado el joven agradeció a bomberos y policías su esfuerzo, antes de ser trasladado al hospital.   “Si esa persona no llega a estar acompañada hubiera sido muy difícil localizarla. Porque no se hubieran oido sus gritos a esa distancia del paso de la gente y desde esa profundidad”, afirma a LA VOZ Gabriel Ruiz, oficial de la Policía Local. 

Hace años

En marzo de 2006, David López Segura, un mojaquero de treinta años tuvo la desgracia de caer en un pozo similar en la Alcantarilla, una cortijada de Mojácar. Era la fiesta del Día de la Vieja y había quedado con unos amigos.  David cogió un un atajo de última hora para sorprender a sus amigos y cayó en un agujero, antiguo sondeo de terreno. Ahí permaneció ocho días sin beber ni comer hasta que la tenacidad de sus amigos dieron con su paradero, que podía haber sido su tumba.







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