Almería vive un verano ‘fresquito’

El primer mes de este verano está resultando mucho menos caluroso que durante los diez últimos años. Sólo en los tres últimos días las temperaturas han subido hasta registros que han llegado a superar los treinta grados con cierta holgura.

Conocedores del clima en Almería como el grupo conocido como “Cazatormentas”, señalan que, en efecto, se puede hablar de un verano poco caluroso cuando se han registrado desde junio a mediados de julio temperaturas que muchos días no ha llegado a superar los treinta grados centígrados.

Ese nivel bajo de temperaturas no acaba de presentarse sino que se arrastra desde varios meses atrás; de hecho el pasado mes de mayo es considerado también como inusualmente frío por los climatólogos almerienses, y así lo constatan los registros de temperaturas de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

Una de las ‘pruebas’ de ese ambiente frío se puede encontrar en los precios de algunas hortalizas, y en concreto de los calabacines que, en el mes de junio, se suelen pagar muy por debajo de los precios de este año. La razón es que en las zonas de interior donde se cultivas estos productos la siembra de primavera fue afectada por el intenso frío.

El análisis indica que Almería pertenece al grupo de 34 provincias españolas en las que las temperaturas medias registradas en los 30 días transcurridas del verano fueron claramente inferiores a las normales para esta época del año, mientras que otras 16 estuvieron por encima de los valores medios, especialmente en la zona norte del país.

Pero si bien es cierto que los registros de temperaturas han sido bajos en toda la provincia, los meteorólogos constatan que ese ‘fresco’ no se ha visto acompañado por las lluvias. En el caso de Almería, junio y julio han sido meses extremadamente secos, con unas precipitaciones prácticamente inapreciables

Los estudiosos del clima encuentran las razones para este descenso de las tempeaturas medias en el comportamiento del Jet Estream o Corriente del Chorro polar. Esta corriente es la responsable de mantener un clima templado y relativamente húmedo.

Esa Corriente del Chorro desarrolla normalmente unos meandros ondulantes moderados. Sin embargo los meandros (las ondas) que se están desarrollando son más grandes, más lentas y se internan mucho más hacia el sur

La razón para que esto ocurra es por la disminución del gradiente meridional de temperaturas, es decir que la diferencia de temperaturas entre el Ecuador y el Polo Norte ha disminuido, fruto del rápido calentamiento de este último. Hasta ahora el Ecuador era mucho más caliente que el Polo Norte y la corriente del chorro era vigorosa y de meandros pequeños. En la actualidad el Ecuador se ha calentado un poco, pero el polo se ha calentado mucho.

La consecuencia  es que la corriente del chorro se hace más perezosa, con divagaciones amplias y propagándose más lentamente. Ello provoca frecuentes bloqueos de aire frío alternados con otros bloqueos de aire caliente.

Los estudiosos del clima están preocupados porque al ritmo actual para el año 2020 se podría fundir la mayor parte del hielo ártico, provocando importantes modificaciones en el clima y, como consecuencia en cuestiones como las campañas agrícolas.