Los accidentes ferroviarios tienen su propia página oscura en la crónica negra de la provincia de Almería. Las hemerotecas recogen tres historias de tragedia en las vías en los años 1945, 1965 y 1994, con una cifra cercana a las 200 víctimas mortales.
El incidente más grave ocurrió, sin duda, en plena posguerra española. En la madrugada del 15 de noviembre de 1945 un tren salido de Almería cargado de uvas y un tren de pasajeros procedente de Madrid impactaron en un tramo del trazado ferroviario entre Gérgal y Fuente Santa.
Aunque el Franquismo limitaba el acceso y la distribución de la información sobre el siniestro, la dimensión del accidente superó las barreras de la censura. Se hablaba entonces de casi 200 fallecidos en la tragedia (viajaban unos 300 viajeros). Las causas del accidente se adjudicaron a un fallo humano. El jefe de la estación de Gérgal que permitió la salida del convoy de correos y pasajeros dirección a Almería se suicidó poco después desesperado por la gravedad de los hechos. En aquella, ocasión el tren de emergencias enviado a la zona para socorrer a las víctimas (había una veintena de vagones en llamas, algunos atrapados en el tendido eléctrico arrancado) llegó tres horas después del siniestro.
En segundo accidente más grave se registró el 16 de agosto de 1965. Gádor fue el epicentro. Un tren de pasajeros y un tren de mercancías chocaron de forma frontal en la denominada Cuesta del Rayo, cerca del término municipal de Santa Fe de Mondújar. Murieron 13 personas y varias decenas resultaron heridas.
Según las crónicas de la época, un jefe suplente de la estación de Gádor permitió la salida de uno de los trenes sin comprobar adecuadamente el paso del convoy de mercancías. El hombre se presentó voluntariamente en la Comisaría, responsabilizándose del suceso y acompañado por sus familiares. El actual alcalde de Gádor, Eugenio Gonzálvez, era apenas un niño. “Tenía siete años y el accidente se produjo justo al lado de mi casa, fueron momentos muy duros”.
Algunos años después el propio Gonzálvez sería testigo de otro suceso similar, el más reciente, en noviembre de 1994 . En este caso las víctimas fueron siete personas, entre ellas dos bebés. No viajaban en el interior de ningún vagón sino en una ambulancia. Una locomotora arrolló un vehículo médico en un paso a nivel de Gádor, en la nacional 324. Los informes de Renfe y la Guardia Civil aseguraron que las semibarreras del paso a nivel bajaron adecuadamente; sin embargo, se desconocía si la ambulancia las sorteó de algún modo o se introdujo antes y quedó atrapada.
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