La empresa Cooperación 2005 lleva ya cuatro años regentando las playas y trabajando para garantizar la seguridad de las personas que acuden a bañarse a El Zapillo, Costacabana, El Toyo, Retamar y Cabo de Gata.
Desde 2010, esta empresa formada por un total de 25 socorristas acuáticos, cuenta con siete bases repartidas por todas las playas.El coordinador de Servicio y Salvamento, Óscar París, explica a LA VOZ que “no es fácil entrar en este grupo de trabajo” ya que “mínimo requiere ser socorrista, buena forma física y la titulación de técnico en desfibrilación automática; y si ya tienes el título de patrón de embarcaciones, mucho mejor”.
Muchas son las intervenciones que han tenido y que tienen que llevar a cabo estos profesionales durante los meses estivales, y es que numerosas son las incidencias que se recogen en una playa, bien sea desde una picadura de medusa o heridas, hasta fracturas, traumatismos o lipotimias; y casos más importantes como rescate de bañistas o personas desaparecidas.
Durante estos años se ha llevado un control de todas las actuaciones e incidencias que se han atendido. Por ejemplo, en 2010 se actuó un total de 1468 veces, número que vio incrementada su cifra a 2194 intervenciones en 2011 y 1691, el año pasado.
Sin embargo, explica Óscar, “este año la onda es distinta ya que ha habido un descenso muy importante de atenciones”. “Sobre todo en picaduras de medusas, porque debido a las temperaturas más frescas de este verano, no existen muchas unidades de este tipo de animal marino”, añadía el coordinador.
Si lo traducimos a números, hasta el 15 de julio se han llevado a cabo 394 actuaciones de las que la mayoría proceden de picaduras de medusas, seguida de heridas y de púas de erizos. En lo que a playas se refiere, la de El Palmeral es en la que más movimientos se producen, seguida de la playa de San Miguel y la de Cabo de Gata.
Muchas son las intervenciones que se llevan a cabo en estos meses, y una de las más preocupantes es la pérdida de niños pequeños que van a la playa con sus padres o familiares y en un despiste lo pierden de vista.
Para facilitar la búsqueda de ellos, esta empresa creó una pulsera cuyo cometido, explica el coordinador de Salvamento, es que “a primera hora de la mañana, venga el tutor, padre o madre con el niño y nosotros le tomamos unos datos básicos con los rasgos característicos que tenga, tanto la indumentaria como la fisiología del mismo, para facilitar la labor de búsqueda en caso de pérdida”.
Una iniciativa gratuita tan efectiva como poco solicitada que lleva en marcha desde 2010 cuando esta empresa comenzó a regentar las playas de Almería.
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