El Ayuntamiento da nueva vida a la plaza de abastos

El Ayuntamiento de Canjáyar ha puesto en marcha un proyecto para la rehabilitación y mejora de su Plaza de Abastos, un mercado municipal que tiene su acceso por la calle Juan Navarro y que a lo largo de la historia ha sido punto de encuentro y centro de negocio de este pueblo alpujarreño.

Para hacer frente a este proyecto el alcalde canjilón, Francisco Alonso, ha obtenido una ayuda de la Diputación Provincial que asciende a 45.000 euros que serán destinados a la rehabilitación de las fachadas y de la cubierta del mercado, una ayuda que ha sido recogida en el convenio de colaboración firmado este semana por el alcalde y el presidente de la institución provincial, Gabriel Amat.

La solicitud La ayuda fue solicitada por el Ayuntamiento de Canjáyar aludiendo a la necesidad de una asistencia económica para poder abordar este proyecto, considerado como obras de emergencia para la restauración de las fachadas y de las cubiertas, una emergencia justificada por la aparición de importantes y graves humedades y flltraciones que, si no eran corregidas, suponían un riesgo notable de desprendimiento de elementos.

La cuantía del proyecto, esos 45.000 euros que se recogen en el convenio, permitirán a la Corporación canjilona poner en marcha de inmediato las obras de reparación de las estructuras dañadas, de forma que se eliminen los problemas y se pueda mantener el inmueble en unas condiciones óptimas tanto para los comerciantes que desarrollan allí su actividad como para los clientes o los visitantes del mercado.

El mercado 

La Plaza de Abastos de Canjáyar es una construcción descubierta estructurada en dos planos: el patio superior, donde se ubican las 17 casetas de venta existentes, con acceso por la calle Juan Navarro. y el plano inferior, al que se accede por la Calle del Farol, con dos naves bajo el piso del patio superior, aseos y otras dependencias. Ambos patios están comunicados entre si por un tiro de escaleras.

La intención del Ayuntamiento al realizar estas obras es asegurar un adecuado mantenimiento del edificio, reforzar la estructura y recuperar para el pueblo un espacio que siempre ha sido considerado emblemático. El mercado es punto de encuentro de los vecinos de la localidad e históricamente centro de intercambio y negocio. Esa característica de punto de encuentro se mantiene hoy incluso los domingos, cuando la Plaza alberga un puesto de venta de churros.

Se pretende además reforzar su atractivo de cara al turismo, al tratarse de un lugar que reúne historias relacionadas con el pasado de la sociedad canjilona que ha visto como ha sido utilizado como prisión, almacén de munición o mercado a lo largo de un siglo.

Prisión, almacén de munición y mercado

La actual Plaza de Abastos se construyó en el año 1957 sobre el solar de lo que había sido la Prisión del Partido Judicial de Canjáyar, que a su vez se levantó sobre un arresto municipal. Ese uso carcelario, en una y otra etapa, es el que dio origen al nombre de la calle, que durante mucho tiempo se llamó ‘de la Cárcel’ (ahora denominada calle Juan Navarro) y se remonta más de cien años atrás.

Los dos patios inferiores del inmueble y las naves del interior, que tienen acceso por la Calle del Farol, eran conocidos como Casa Munición al tratarse probablemente de una dependencia de la Real Fábrica de Munición que se ubicaba en Alcora.