Una bonita ciudad que hace méritos para mejorar

Una bonita ciudad que hace méritos para mejorar

Carmen López
21:07 • 25 ago. 2013

Almería ha cambiado en los últimos 20 años más de lo que había cambiado desde que en el siglo XIX se produjera una pequeña revolución  urbanística burguesa. La ciudad de ahora es una gran ciudad, que busca aún acabar con los grandes muros que un buen día la dividieron en partes.
La desaparición del toblerone, aún pendiente de la retirada de parte del metal y restos de hormigón y mineral, da ya a la ciudad una nueva perspectiva, dando más luminosidad al entorno.

El centro urbano Los crecimientos un tanto irregulares, con edificaciones de diferentes alturas se dejan ver en las inmediaciones de la plaza de toros, rodeada de pisos y de estrechas callejuelas en las que conviven viejas casas de dos plantas con nuevos pisos de varias alturas.
En el entorno de la Plaza Vieja, la vista desde arriba se antoja algo más regular y es fácilmente reconocible por el pingurucho de Los Coloraos. El casco histórico de la ciuda, acotado por el norte por el entorno de La Alcazaba, obligó a crecer a la ciudad hacia el sur y hacia el oeste. Poco ha cambiado esta parte de la ciudad, condicionada por muy diversos factores, entre ellos los históricos.
Almería cuenta también con un desarrollado campus universitario, enclavado en un espacio envidiable, frente al mar,  y que a vista de pájaro se deja ver como una pequeña urbanización a la salida de Almería en dirección a Cabo de Gata. Pero antes de llegar a él desde el centro de la ciudad, y por la costa es inevitable encontrarse el auditorio Maestro Padilla  con la faluca y el nuevo espacio que ha dejado la desaparición de la antigua térmica, ahora zona de viviendas en primera línea de playa de nuevos comercios.
El cable inglés, en rehabilitación, y la urbanización de El Toyo, en Retamar, están también entre las imágenes recogidas desde el helicóptero de la Policía.







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