Una clase de vela con rescate a un hombre que se tiró de un ferry

Una clase de vela con rescate a un hombre que se tiró de un ferry

Mónica León
18:23 • 31 ago. 2013

El viernes era un día perfecto para aprender a navegar. Apenas hacía viento, y a pesar de que había llovido al mediodía, se había quedado una tarde tranquila. El instructor de vela que dirige la Escuela Náutica Deportiva Rezón de Almería, Federico Campos, salió al mar a impartir una clase práctica a dos jóvenes, Cristina Garrote y Claudia Sánchez, acompañadas por su tía, Elisa Sánchez. Todo iba viento en popa hasta que a las cinco en punto, escuchan gritos de auxilio, a pesar de que no había ninguna otra embarcación a la vista y que estaban a más de una milla de la costa.


Se trataba de un joven marroquí, de unos 30 años, que se había arrojado al mar desde uno de los ferrys que cruza el Estrecho. “El hombre, muy nervioso, nos estaba pidiendo ayuda y que, por favor, lo acercásemos a la playa. También nos repetía que no llamásemos a la Guardia Civil”, relata el instructor de vela Federico Campos.


“Lo primero que hicimos fue tirarle el aro salvavidas y dar parte a Salvamento Marítimo a través del canal 16 de socorro”, cuenta Campos. El instructor comunicó lo que pasaba y recibió la orden de que no embarcara al hombre “por el peligro de que se hiciera con el mando del barco”. Cumplieron la orden y esperaron junto al joven hasta que llegó el rescate.




Apenas pasaron 22 minutos cuando la lancha Denébola de Salvamento Marítimo apareció a su costado para recoger al individuo, así como, cinco más tarde, se personó la Guardia Civil.


“El hombre tenía aspecto de agotado”, dice Campos. Según cuenta, el marroquí se habría arrojado al mar desde un ferry hacía ya casi dos horas. “El joven nos explicó que llevaba un par de días sin comer ni beber nada, por lo que hacía esfuerzos por mantenerse a flote”, continúa su relato.




Campos explica que el joven marroquí llevaba una bolsa de plástico negra atada a la muñeca con lo que parecía algo de ropa y zapatos. “Creo que la bolsa era lo que le permitía estar aún a flote”, explica algo apesadumbrado el instructor de vela, que difícilmente podrá olvidar la dramática escena a la que se tuvo que enfrentar una vez más en medio del mar.


No cabe duda de que el suceso del viernes será difícil de olvidar para el instructor, pero sobre todo para las niñas, que con tan solo 10 y 12 años vivieron en primera persona “el drama de mucha gente desesperada por intentar buscar una vida mejor”. “No entendían nada. Después del gran susto tuvimos que explicarles qué hacía un hombre en el agua y por qué se había tirado del ferry”, cuenta Campos.




A pesar de que no era la primera vez que este instructor se encontraba a un polizón en medio del mar, su experiencia no ha impedido que este profesional pase una ‘mala noche’ después del dramático suceso. “A las cinco de la madrugada me he despertado creyendo oír la voz del mismo marroquí pidiendo auxilio”, cuenta él mismo a través de su página de Facebook.


Ayer mismo, agentes de la Guardia Civil auxiliaron a dos polizones que, después de arrojarse al agua desde el buque procedente de Nador, nadaban hacia la costa almeriense. Asimismo, durante la inspección habitual de los vehículos desembarcados del ferry, localizaron a otras cinco personas ocultas entre las plataformas de dos camiones.



Temas relacionados

para ti

en destaque