En el corazón de la barriada almeriense de Pescadería, la Iglesia de San Roque acogió la tarde de ayer la misa funeral en recuerdo de Antonio Hernández Segura, fallecido en el incendio del pesquero El Nene en alta mar el pasado martes. En la parroquia se congregaron más de cuatrocientas personas, familiares, allegados y vecinos reunidos para despedir a uno de sus hijos.
Antonio Hernández tenía 50 años de edad, se crió en una familia humilde de pescadores y su pérdida ha causado una enorme conmoción en el barrio. Era miembro de una tripulación de cinco personas embarcada en el arrastrero El Nene, cuyo armador es Antonio Quero, presidente de la asociación de empresarios Asopesca. “Era un hombre bueno, le teníamos mucho cariño”, recuerda Quero.
Amador Santiago, Julio Pérez (el patrón del buque), Mimoun El Hakouchi y Joaquín Fernández componían el resto del equipo.
Autopsia El marinero Antonio Hernández, encargado del control de los motores, saltó del un barco tomado ya por las llamas y falleció en el agua en unos pocos minutos tras sufrir un desvanecimiento. La tripulación habla de algún tipo de ataque (era diabético), aunque se espera a los resultados de la autopsia realizada por el Instituto de Medicina Legal de Almería (IML) para concretar este extremo.
Los marineros del pesquero Mi Afriquita hallaron el cadáver tres horas (10.40 horas aproximadamente) después del primer aviso a la torre de Salvamento Marítimo. El cuerpo fue trasladado luego por la patrullera de altura de la Guardia Civil Río Miño hasta el Muelle de Levante del Puerto de Almería, donde esperaban, como ayer en la iglesia, decenas de familiares y allegados.
La comisión judicial realizó el levantamiento del cadáver y los restos pasaron al IML para la autopsia. La autoridad judicial entregó los restos de Antonio Hernández a la familia a media mañana y, según fuentes cercanas, sería incinerado tras la misa en la Iglesia de San Roque. El féretro llegó a las 20.30 horas a la parroquia, desbordada por la afluencia de vecinos agolpados en el interior o repartidos por la plaza.
El armador
Antonio Quero es armador de El Nene y presidente de la asociación de empresarios de la Pesca (Asopesca). Todavía emocionado por la pérdida de Antonio Hernández en el trágico accidente del pesquero, el empresario relata la secuencia del suceso. La voz de alerta se emitió a las 7 horas. “Estaban desayunando y, como va todo cerrado (zona del motor), hasta que no vieron el humo no se dieron cuenta de lo que pasaba”, explica Quero. Según la versión de los pescadores rescatados, las llamas prendieron rápidamente toda la estructura de poliéster. “Abrieron, les dio un fogonazo y no tuvieron tiempo de nada”.
Tripulación Los cinco tripulantes se vieron obligados a saltar al mar para salvar sus vidas. El fuego no dejó un espacio libre para refugiarse. “No podían salir por ningún lado, estaba todo el barco ardiendo ya. No les dio tiempo ni siquiera a coger las balsas porque, como se ve en las imágenes, ardió todo”, afirma. “Nunca en mi vida he visto un barco arder tan rápido, por completo y parejo”, lamenta el armador. “No había escapatoria”.
El Nene estaba a unas 14 millas de la costa de la capital y los cinco tripulantes estaban en el agua, sin balsas ni chalecos salvavidas, devorados por las llamas. En esos minutos se gestó la tragedia. Según indica Antonio Quero, el fallecido estaba sostenido por dos compañeros y comenzó a pedir auxilio: “¡Me asfixio, me asfixio!”.
La principal hipótesis es que sufrió algún tipo de ataque. “Dos compañeros lo tenían agarrado en el agua, comenzó a decir que se asfixiaba y allí mismo se quedó”, relata muy afectado por la pérdida de Antonio Hernández, de 50 años de edad. “Si no le hubiera dado algo quizás se habría salvado”.
Los supervivientes tuvieron que soltarle para no verse arrastrados. Luego llegó la patrullera Río Miño de la Guardia Civil, los equipos de Salvamento Marítimo y la tripulación de un pesquero denominado Mi Afriquita. El cuerpo sin vida del marinero almeriense fue descubierto casi tres horas más tarde en unas coordenadas cercanas.
Asimismo, el armador destacó la rápida intervención de los equipos de rescate. “Tengo que agradecer a la Guardia Civil y a Salvamento Marítimo su trabajo y felicitarles por el buen servicio que han hecho por estos muchachos”.
Antonio Quero declara hoy en la Capitanía Marítima de Almería dentro de las diligencias de investigación abiertas por el organismo, dependiente del Ministerio de Fomento.Los tripulantes de la embarcación y el propio Quero colaboraron con las indagaciones de la Guardia Civil en los momentos posteriores al naufragio, aunque el armador tendrá que someterse también a las preguntas de la Capitanía Marítima, según confirmó su responsable, Simón López, y el propio armador en declaraciones a LA VOZ.
La localización del incendio está clara, contrastada por la evolución de las llamas y el primer aviso emitido por El Nene al Centro de Coordinación de Salvamento en Almería. El fuego se inició en la sala de máquinas del arrastrero de 23 metros de eslora, construido en fibra (poliéster) y botado en 2005. De momento, los sindicatos han anunciado hoy una concentración “una nueva muerte en accidente laboral” y ha pedido una investigación sobre las causas del fuego.
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