Almería aplica ya el control biológico (utilización de organismos vivos para el control de plagas) sobre el 93% de sus invernaderos.
Con las cifras en la mano, ninguna otra zona hortícola del mundo ha protagonizado una revolución ecológica de tal calibre. En solo un lustro, los agricultores de El Ejido, Roquetas, La Mojonera, Vícar o Níjar han pasado de cultivar 10.448 hectáreas a 26.700, casi el triple, según datos de la Consejería de Agricultura.
Relevo En la campaña venidera está previsto que el tomate, la punta de lanza de la comercialización hortícola urcitana, tome el relevo del pimiento y por primera vez lo supere en número de hectáreas: el pimiento germina con control biológico en 8.100 hectáreas del agro almeriense y el tomate es previsible que se cultive con control biológico en 8.820 hectáreas.
Prácticamente un 7% más de las plantaciones de frutas y hortalizas de invernadero se cultivarán este año con métodos de control biológico.
Este incremento se debe al tomate y, en menor medida, al pimiento, ya que la superficie del resto de cultivos se mantendrá estable.
A continuación de estos dos primeros productos aparecen el pepino (2.780 hectáreas), melón (2.680), sandía (2.030), berenjena (1.200), calabacín (970) y judía (140).
Eso sí, se considera que en buena parte de las explotaciones bajo plástico, en un mismo invernadero se cultiva la doble alternativa de producto (por ejemplo, pimiento-melón, tomate-sandía), se puede decir que la provincia cultiva ya con control biológico un 65% del total de las frutas y hortalizas cultivadas bajo plástico.
Según estas estimaciones, en la campaña 2013-2014, el tomate continuará con la ‘revolución biológica’ emprendida hace unos años, y superará las 8.800 hectáreas tratadas con estos métodos de cultivo, lo que supondrá un incremento del 20% en comparación con la pasada campaña. De esta manera, según resalta del delegado territorial de la Consejería en Almería, el 85% de las plantaciones de tomate ya se cultivarán con control biológico de plagas, porcentaje que incluso podría ser mayor, ya que todavía no se han realizado todas las plantaciones de tomate.
El pimiento, podría crecer entre un 2 y un 3% (unas 250 hectáreas más), con lo que alcanzará las 8.100 hectáreas, es decir, el 95% de la superficie dedicada a esta hortaliza en la provincia.
Para extender los métodos de control biológico a la mayor parte de la superficie de cultivos intensivos, los agricultores almerienses y la Junta de Andalucía vienen realizando un importante esfuerzo en los últimos años, con una inversión conjunta de más de 120 millones de euros desde el año 2007, inversión de la que en torno a unos 45 millones han sido aportados por la Consejería y la Administración central.
Esta generalización del control biológico supone, según Ortiz, un ahorro de más del 55% de los gastos en productos fitosanitarios.
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