Alegrías y tristezas en el primer día de colegio

El día de ayer comenzó más temprano de lo habitual para más de 160.000 niños de Infantil, Primaria y Educación Especial de toda la provincia que iniciaban un  nuevo curso escolar. Algunos de ellos esperaban con ilusión y nerviosismo este día, mientras que otros, más perezosos, se incorporaban con tristeza pensando aún en las vacaciones de verano. Tampoco faltaron las lágrimas de los más pequeños al separarse de sus padres, que asistían por primera vez al colegio.

La actitud de los niños era muy diversa. Muchos tenían ganas de reencontrarse con sus amigos del año pasado y otros hubiesen preferido quedarse unos días más disfrutando de la playa y las vacaciones. Entre los padres también había diferentes emociones. Unos estaban tristes por dejar a sus hijos durante unas horas en el colegio y otros aliviados con el inicio del curso escolar y deseosos de descansar un poco del ajetreo de todo el verano.

La primera jornada transcurrió con normalidad en todos los centros educativos de la provincia, según informaba ayer la delegada de Educación, Isabel Arévalo, durante su visita al CEIP Santa Isabel, donde pudo supervisar la adaptación de los más pequeño de primera mano.

“Todos los niños y profesores se han incorporado con normalidad a los centros educativos. De hecho, ayer terminamos la última adjudicación para que todo el personal estuviese en su puesto de trabajo”, explicaba la delegada de Educación.

“El día de ayer sirvió a los escolares para conocer a sus profesores y compañeros. “La primera jornada es muy flexible, sobre todo para los niños de Infantil, y básicamente, de presentación, donde damos a conocer al profesorado, la organización del curso y las normas de convivencia del alumnado”, explicaba el director del CEIP Santa Isabel, Pedro Cortés, quien además aseguraba que la adaptación de los niños ha sido “formidable”.

A pesar de que la jornada transcurrió sin problemas, algunos padres se encontraron que las obras en su centro educativo continuaban. Sonia López, madre de un escolar del CEIP San Indalecio de La Cañada, explicaba que a primera hora se encontraron con todo tipo de maquinaria  en el colegio. “Estamos preocupados por la seguridad porque las obras se están realizando al lado de las clases”, explica.

La misma estampa había en el CEIP Virgen del Mar de Cabo de Gata. “Nos hemos encontrado con el patio levantado, los obreros trabajando y todo sucio”, cuenta María Guillén, presidenta de la AMPA del centro.

La delegada, por su parte, aseguraba que en los colegios donde aún existen obras se “ha acomodado” todo para que los trabajos continúen sin riesgo para los escolares.