A los agricultores almerienses no les gusta ni un pelo el panorama que están dibujando Madrid y Bruselas para la presente campaña. En Madrid porque llueve sobre mojado en los recortes del presupuesto en materia agrícola. En Bruselas porque el balance del acuerdo con Marruecos les arroja unas cuentas que lastran su rentabilidad año a año.
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (CAOG) reuerda que este es un sector estratégico, sostén en buena medida de la economía provincial en tiempos de crisis, y advierte que si las reglas de juego se siguen cambiando a la baja, tendrá consecuencias en el futuro.
Y para empezar por lo interno, Los responsables de Coag denunciaban ayer que en los cinco últimos años la aportación del Estado al sector agrario se ha visto reducida en un 65 por ciento. En ese quinquenio el presupuesto del Ministerio ha pasado de los 4.835 millones de euros del ejercicio de 2009 a los 1.672 que se recogen en elprotecto de ley de los presupuestos para el año que viene.
La valoración es tajante: “Es un recorte brutal para un sector productivo de la economía real que, a pesar de las dificultades, sigue creando empleo y mantiene el superávit de la balanza comercial gracias a su fortaleza exportadora”, dicen en Coag.
El análisis que realiza la organización de productores apuntan a todas las partidas y áreas de actividad, la primera de ellas la de ‘Competitividad y Calidad de la producción y los mercados agrarios”, que perderá un 23 por ciento.
En cuanto a las políticas de competitividad y calidad de la sanidad agraria, la pérdida de cara al ejecricio de 2014 se cifra en un 12,6 por ciento, un problema “cuando las cuestiones sanitarias son un elemento clave en las producciones agrícolas y ganaderas”.
Los recortes afectan igualmente a la gestión de recursos hídricos, a los programas de sostenibilidad o a la previsión de riesgos en las producciones agrarias, que han sufrido en los últimos años sucesivos recortes hasta reducir las partidas destinadas a los seguros agrarios que se sitúa en torno al 30 por ciento y compromete una de las herramientas con las que cuentan los productores para hacer frente a las contingencias.
La otra ‘pata’ de esa intranquilidad con la que los agricultores afrontan la nueva campaña en el sector hortofrutícola tiene un nombre propio y recurrente desde hace más de una década y son los acuerdos entre la Unión Europea y Marruecos.
Andrés Góngora, secretario provincial de COAG y responsable de Frutas y Hortalizas en esta organización para toda Andalucía, recuerda que se cumple ahora un año desde la puesta en marcha del último de esos acuerdos, un año “marcado por el descenso en la producción, tanto en Andalucía como en Marruecos”.
Los datos con los que trabaja esta organización agraria indican que al poco de entrar en vigor el nuevo convenio (el 1 de octubre de 2012) se produjo un episodio de entrada incontrolada de tomate marroquí en los mercados europeos que prudujo un descenso vertiginoso de los precios en los tomates almerienses evaluado en un 37 por ciento al pasar de 0,71 euros a 0,45 euros por kilogramo.
Lo mejor para el campo almeriense fue la reducción en la producción de tomate en Marruecos, que evitó que el volumen total de sus exportaciones superara las 35.000 toneladas, con precios además algo más elevados. A pesar de ello, Góngora afirma que esa presión de las exportaciones norteafricanas ha hecho que la agricultura almeriense se vea obligada a adelantar sus fechas de producción varias semanas para evitar en lo posible que coincidan en los mercados los tomates de ambos países.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/3/provincia/49025/recortes-y-el-acuerdo-con-marruecos-hostigan-al-campo