Se ha escogido el proyecto “más honesto” con el que “se tiene la certidumbre” de que se podrá realizar y mantener con facilidad. “Es un proyecto real, inteligente y de gran calidad paisajista”. Son algunos apuntes que dio Francisco Pol, el Premio Nacional de Arquitectura que ha asesorado al jurado, en la lectura del fallo del concurso que pedía un diseño de espacio público en el espacio del actual campo de Los Bajos.
Las plicas para saber los autores de las cinco propuestas finalistas se abrieron en presencia de la prensa, muestra de la transparencia del proceso. El equipo ganador, que firma el proyecto SPCMDTR01, resultó estar formado por Miguel Martínez Castillejo y Pau Batallas, desde el Colegio de Valencia.
Naturaleza
Su diseño ha sido el mejor valorado por esa simplicidad y por el uso de la vegetación. “Hay una meditada implantación de arbolado estudiando con detalle tanto las especies vegetales como portes y conjuntos cromáticos de las mismas”, señalaba el experto. Después, en confidencia, contaba que el jurado estaba convencido de que los autores serían mujeres por la delicadeza de la propuesta y que hubo bastante unanimidad en los votos: “Estoy convencido de que hemos acertado, ya en la primera fase nos pareció el mejor”.
La satisfacción de los arquitectos que han participado en la elección y de los responsables municipales era palpable. El alcalde, Gabriel Amat, quiso agradecer la participación de los profesionales. “Se presentaron a la primera fase 150 ideas, que corresponden a unos 400 arquitectos”, subrayó, “y de todos se puede aprender algo”. También destacó el trabajo del Colegio de Arquitectos de Almería.
“Este concurso es muestra de que las cosas se pueden hacer de otro modo”, apuntaba en este sentido el decano de la institución, “donde se ha sido escrupuloso hasta el final”, algo que, mantuvo, “anima a los arquitectos a participar y trabajar y a los políticos a tomar este tipo de decisiones”. Sobre el proyecto ganador, se mostró convencido de que “va a crear una ciudad nueva, a cambiar el núcleo urbano”.
Los expertos comentaban que “los ganadores han dado más de lo que se pedía” y no sólo se resuelve la conexión del espacio con su entorno, sino que se gana espacio en las avenidas y numerosas plazas de aparcamiento.
Modelo Roquetas
“El trazado geométrico es tranquilo y a la vez invita a entrar en el espacio”, añadió Pol, quien también alabó reiteradamente el modelo de concurso. “A partir de ahora se podrá exportar el ‘modelo Roquetas’ como formato a seguir en este tipo de procesos”, llegó a considerar. El certamen ha tenido dos fases, una en la que sólo había que presentar dos paneles explicativos de la idea y otra segunda en la que cinco escogidos presentaron un anteproyecto con el aliciente de que se les pagaba por ello.
Y la sorpresa fue que en dos de los equipos finalistas había presencia almeriense: la paisajista Mar Verdejo colaboró Juan Antonio Lavalle en el cuarto clasificado, mientras que el roquetero Julio Rubí Acosta era uno de los firmantes del tercero.
El alcalde calculó que serán necesarios unos tres millones de euros, contando con los 2,2 que se imponían más los impuestos, y anunció que se trabaja para incluirlos “íntegramente” en los presupuestos para 2014, aunque en ocasiones anteriores había mantenido que se dividiría el gasto en dos ejercicios y el parque sería inaugurado en enero de 2015: “Es una muestra de la salud que tienen las arcas de este Ayuntamiento, fruto del trabajo bien hecho”.
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