Dos instructores de soporte vital avanzado con más de quince años de experiencia como formadores han ideado una aplicación para teléfonos móviles que funciona como un asistente de reanimación cardiopulmonar (RCP). Se trata de una guía que, a tiempo real, permite a quien presencia una parada cardíaca iniciar las maniobras de supervivencia de forma “simple y eficaz”.
Así lo explica Fernando Estévez González, enfermero experto en urgencias y emergencias que, junto al médico intensivista Miguel Ángel Díaz Castellanos, han volcado en esta aplicación todos sus conocimientos sobre la reanimación.
Quien se descarga la aplicación en su teléfono móvil tiene la posibilidad de configurarla de modo que ante una emergencia salte directamente el teléfono del servicio de urgencias más próximo a su lugar de residencia o al lugar en el que esté en ese momento. Además, contiene un marcador GPS que ofrece las coordenadas exactas del lugar en el que se ha producido el suceso. “Algo muy importante para informar a los servicios de emergencias sobre el punto exacto desde el que se requiere ayuda”, dice, Estévez.Tanto él como su compañero tienen claro que un alto porcentaje de paradas cardiorrespiratorias se producen fuera del ámbito hospitalario y que, entre éstas, más de un 60% son presenciadas por otra persona. “Si esa persona teme actuar por no hacer daño al herido, se pierde un tiempo valiosísimo para poder no sólo evitarle lesiones neurológicas irreversibles, sino la propia muerte”.
Y es que si una persona deja de respirar es “porque está muerta o lo va a estar en poco tiempo”. Así las cosas, hay que actuar siempre, dicen. Y si una aplicación puede, a través del teléfono móvil, ir marcando los pasos fundamentales a dar y lo hace, además, con mensajes auditivos e imágenes claras y sencillas, se favorece la recuperación del afectado en un alto porcentaje de los casos.
El asistente de RCP es el único del mercado efectuado con rigor científico y avalado por el Plan Nacional de Reanimación Cardiopulmonar, insiste Fernando Estévez, que entiende que trasladar la guía a un teléfono móvil que hoy día lleva prácticamente todo el mundo es un acierto.
Su idea ha tardado, no obstante, más de un año en hacerse real y tangible. Tanto Estévez como Díaz Castellanos tenían claro que su aplicación debía llegar al mayor número posible de personas por lo que tardaron en dar con la empresa informática que mejor precio les pudiera dar. De hecho, pagar a un equipo de informáticos para que hicieran realidad lo que ellos tenían en mente, es la única razón por la que la aplicación cuesta dinero. “Hay que pagar esa inversión”, resumen.Aún así, el próximo día 16 de octubre y coincidiendo con el Día Mundial de la Parada Cardíaca, la aplicación se podrá descargar de forma gratuita.
“Que esto lo tengamos cuatro personas, no sirve para nada”, asegura Estévez, que señala como un ideal que los teléfonos móviles llevaran, por defecto, este tipo de aplicaciones.
Ahora mismo quien quiera bajarse el asistente de reanimación cardiopulmonar puede hacerlo a través de App Store por 1,79 euros. En el caso de Android, el precio es de 0,89 euros.
El objetivos es siempre el mismo: “Llegar al mayor número posible de personas”, insisten sus creadores.
De hecho, este equipo de sanitarios asegura tener en mente otras cuatro ideas más para aplicaciones de móvil. Siempre en el ámbito de la salud y con la misma finalidad: mejorar la calidad de vida de las personas.
Precisamente para ayudar a atender a una persona caída en el suelo, la aplicación ideada por Estévez y Díaz Castellanos va paso a paso. Y no salta al siguiente, hasta que no se marcan determinados items. Fundamental resulta, por ejemplo, la indicación para llamar a los equipos de emergencia.Permite, además, configurar las maniobras de resucitación en función de los conocimientos sobre reanimación de la persona que lleva la aplicación en su teléfono móvil. Así, para quienes no han hecho un curso de RCP, basta con las maniobras de respiración. Eso sí, si uno está preparado para seguir indicaciones más avanzadas, también lo puede señalar para mejorar la asistencia del paciente.
La aplicación, que es capaz de marcar los ritmos de la maniobra y también la de contar por uno los segundos, se quiere convertir en el mejor ayudante.
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