Migas y postres por la convivencia

Migas y postres por la convivencia

Juan Gabriel García
23:22 • 13 oct. 2013

La Plaza Batel de Almerimar se llenó a rebosar para celebrar el I Encuentro Internacional de Convivencia de Culturas y Postres Típicos con el que este núcleo ejidense conmemoró el día de la Hispanidad.


La gastronomía constituye una magnífica excusa para adentrarse en otras culturas. En El Ejido conviven más de sesenta nacionalidades, y el núcleo costero de Almerimar es un punto especialmente multicultural.


Por esta razón desde la Junta Local del núcleo, organizadora del evento, se tomó la decisión de emprender esta propuesta, para que los vecinos pudiesen disfrutar y conocer las costumbres culinarias de las distintas nacionalidades que conviven en Almerimar.




Inogabi Manzano, presidente de la Junta Local de Almerimar, explica que con esta iniciativa se pretende “ayudar al sector de la hostelería y que la gente de otros núcleos venga y disfrute del puerto. Se trata de pasar un día lúdico en familia”.


Y sin duda lo consiguieron. El grupo de animación MCS de El Ejido se encargó de divertir durante toda la mañana a los más pequeños, que participaron enérgicamente  en los diferentes juegos. Al acto también acudió Luisa Barranco, concejal de Comercio y Turismo de El Ejido.




Tal vez sin pretenderlo, los amigos de la Asociación Paelleros Baños de Santiago, de Paterna del Río, cocinaron unas migas con un mensaje subliminal. Para celebrar el día de la Hispanidad las hicieron con harina marca La Catalana. Quizá se trató de un guiño involuntario pero en los convulsos tiempos que corren para los debates de la integración/segregación del Estado, el gesto no pasó desapercibido para algunos.


Juan Criado, uno de los cocineros de estas migas que degustaron 370 comensales, contaba entusiasmado que “muchos vecinos extranjeros de Almerimar nos preguntan la receta, la mayoría no las conocen y no han probado nunca unas migas”. El plato se acompañó de longaniza, chistorra, tocineta y pimiento.
Probablemente se trate de uno de los platos más genuinos de Almería, o el más recurrente, ¡qué decir si llueve! Por este motivo los organizadores de la convivencia dispusieron por la plaza carteles en varios idiomas con la receta estrella de la gastronomía autóctona.
   
El concurso internacional de postres típicos también tuvo mucha aceptación. Los participantes presentaron manjares como trufas, tarta de piña, mousse de café, tiramisú de limón, tartitas de crema de caramelo, tocino de cielo, sherry trifle...,  o un exótico para la vista y los oídos le far breton aux pruneaux. Aunque, como reza el tópico que en este caso se cumple, lo importante era participar, el premio fue para el británico Alan Sly por su tiramisú de limón.




Inogabi Manzano explica que una de las cosas que más llama la atención de los vecinos extranjeros de Almerimar es “la cocina mediterránea, les encanta”, y añade que “siempre dicen que en la mesa es donde mejor se pueden hacer negocios o amigos, así que crear estos encuentros genera un intercambio cultural muy enriquecedor”. No hay nada mejor que sentarse a la mesa para abrirse a otras culturas y que de ese modo mejore la convivencia.



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