La mitad de los almerienses se queda sin opción para ahorrar

La crisis económica está teniendo una fuerte repercusión en las economías familiares y uno de los efectos comprobados y comprobables es el descenso en la capacidad de ahorro. Informes y encuestas indican que  a fecha de hoy la mitad de los almerienses no tiene capacidad de ahorro.
El descenso en los cinco últimos años ha sido de casi un veinte por ciento. Desde el segundo trimestre del año 2008 y hasta mediados de este año 2013 alrededor de 30.000 almerienses que antes sí ahorraban, ahora no pueden permitírselo. En el lado opuesto, sólo un 13 por ciento de las familias reconoce que puede hacerlo regularmente, una cantidad que ha bajado en algo más de tres puntos con respecto a los datos de ahorro recogidos hace cinco años.

El problema radica en que frente a un descenso acusado de los ingesos familiares en el último lustro se ha producido un incremento notable a la hora de afrontar los pagos, aumento que se basa tanto en los precios privados como, sobre todo, en el progresivo crecimiento de las cargas fiscales.
Un trabajador almeriense tiene que destinar en torno a 160 días de su salario para hacer frente a impuestos, tasas o aportaciones. Según los cálculos realizados por consultores económicos 54 días se destinan al pago del IRPF; 32 días se van en el pago del IVA en las compras y pagos cotidianos; otros 23 días se trabajan para poder pagar la Seguridad Social; 14 días son para los impuestos especiales (gasolinas, alcohol o tabaco, entre otros) y otros 7 para otros impuestos nacionales o autonómicos. A ello hay que sumar otros 25 días de sueldo para poder pagar los impuestos y tasas municipales que, además, han subido de forma exponencial a pesar de la situación de crisis económica.

Frente a ese incremento en los pagos, a los que hay que sumar las subidas de luz, agua y otros conceptos de primera necesidad, los sueldos han descendido por término medio entre un 10 y un 12 por ciento, unos recortes que afectan al conjunto de los trabajadores, tanto en el sector público como, sobre todo, en el privado.
La otra gran razón para esa pérdida de la capacidad de ahorrar de los almerienses es la importante subida en las tasas de paro. En los cinco últimos años Almería ha sufrido un crecimiento exponencial en esta materia, y de hecho se ha pasado de los 30.257 desempleados que recogían los datos oficiales al iniciarse el año 2008 a los 80.000 inscritos en las oficinas de empleo al iniciarse 2013 y a los 82.065 registrados en el mes de otubre de este mismo año.
El único dato positivo que se recoge en los informes sobre el ahorro que emanan de las estadísticas oficiales es que en el segundo trimestre de este año se ha producido un leve incremento del ahorro en las familias. Habrá que ver si esa tendencia se consolida en los próximos meses.