Los primeros comentarios entre los padres de alumnos de la Escuela Familiar Agraria Campomar, en el barrio de La Gloria, y la dirección del centro han sido de satisfacción. La semana pasada, el Senado aprobaba una enmienda a la nueva ley orgánica de Educación, LOMCE, para que los centros que optan por la segregación de sexos, como es el caso de Campomar, puedan ser concertados por la administración.
Sin embargo, el consejero de Educación de la Junta de Andalucía, Luciano Alonso, ya había anunciado que llevará la LOMCE al Tribunal Constitucional por considerar que no garantiza la igualdad. “Somos prudentes porque una cosa es lo que recoja la ley y otra lo que se haga finalmente en Andalucía”, afirma Luis Suances, director académico de la EFA, que reconoce que los padres “sí han venido contentos comentando la noticia pero el centro aún no ha tenido ninguna noticia de la Delegación por este tema”.
La plataforma andaluza de padres creada para solicitar la continuidad del concierto en los centros que hasta ahora habían podido ofertar este modelo educativo sí manifestó el fin de semana que espera que “la Junta cumpla la ley, ya que alegó el curso pasado que el motivo de la retirada de los conciertos era por la LOMCE”.
Discriminación Campomar es el único centro educativo de la provincia que se había visto afectado por el fin de los conciertos educativos por segregación de sexo, de la docena de casos que hay en Andalucía. En él, la formación de los Grados Medio y Superior de explotaciones agrícolas y jardinería se imparten a varones, si bien Suances defiende que “no se trata de una enseñanza discriminatoria”.
El director explica que “España tiene firmado un convenio con la UNESCO en el que “específicamente se señala que la educación separada no es discriminatoria, siempre y cuando los alumnos de ambos sexos reciban las mismas enseñanzas”. De hecho, añade que “lo discriminatorio es no dejar elegir a los padres que quieran optar por este tipo de enseñanza, ya que lo mismo de respetable es la enseñanza mixta que la segregada”. Suances subraya en este sentido que “no se puede imponer a los padres la educación de sus hijos, también pagan impuestos”
Esfuerzo Por el momento, este curso académico, son los alumnos de primer curso del Grado Medio los que se quedaron sin el apoyo económico de la Junta. “En total hay alrededor de una veintena de chicos cuyos padres están haciendo un esfuerzo importante; en muchos casos son familias en las que los padres son también agricultores”, destaca el director.
El concierto educativo sí se ha mantenido para el resto de los cursos de los grados medios, que ya habían comenzado su formación con este modelo económico. “Los grados superiores no están concertados porque nunca lo han estado”, explica Suances.
La enmienda a la LOMCE abre así la esperanza a los estudiantes recién llegados y también a los que quieran formarse en la Escuela en los próximos años o hayan tenido que renunciar a ello por la falta de ayudas de la administración. Lo que suceda finalmente queda en manos de la Junta de Andalucía.
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