Comenzaron a trabajar en un proyecto que consideraban “muy interesante porque permite transformar no sólo el parque sino todo su entorno, recuperando un espacio público que daba la espalda a la ciudad”. Hace unas semanas, visitaban el lugar y confirmaban el objetivo que se busca en el proyecto: dar el primer paso para la conquista del espacio libre por parte de los ciudadanos
¿Cómo se consigue que un parque lo disfruten a la vez familias, paseantes y deportistas?
Un espacio público es el lugar en el que se cimentan las culturas, un espacio donde se favorecen y aseguran las igualdades y las relaciones sociales, un sitio donde se estrechan vínculos con vecinos y con tu propia ciudad. Entendemos Los Bajos como un lugar completamente abierto, accesible y flexible, donde se mezclan todo tipo de actividades.
¿Les parece acertado haber eliminado el campo de fútbol?
Sin duda alguna, este es uno de los aspectos que gracias al formato en dos fases ha servido para mejorar el proyecto. El resultado de la propuesta tras la primera fase ofrecía una superficie de parque rácana frente al resto de usos, por lo que eliminar el campo de fútbol 7 ha permitido equilibrar las superficies que un espacio de este tipo requiere para su correcto funcionamiento.
Al jurado no le sorprendió saber que son valencianos, por el tratamiento de la vegetación.
La verdad es que no éramos conscientes de que existiera esa corriente, seguramente porque las cosas nunca se perciben igual desde dentro que desde fuera, pero pensándolo detenidamente sí que es cierto que existen varios ejemplos sobre este tipo de actuaciones.
¿Qué proyecto de Valencia os podría entonces haber guiado en la idea?
No pensamos que exista ninguno en particular, aunque uno siempre va recogiendo experiencias de los lugares que le gustan. En Valencia pensamos que el proyecto más afortunado ha sido la recuperación y transformación del viejo cauce del Turia en un jardín continuo que cose toda la ciudad y que se sobrepone incluso a algunos edificios no demasiado afortunados que se han construido en él.
¿Por qué creen que la vegetación debe ser la protagonista de un espacio libre?, y más en una provincia de desierto...
Precisamente por eso, porque es un desierto. No hay nada más natural, económico y sostenible que la sombra de un árbol. Se trata de sentido común. Además la vegetación posee características olfativas y visuales que son importantes como herramientas proyectuales.
¿En cuánto tiempo se podría disfrutar del parque como lo han ideado?
La elección botánica ha sido seleccionada para poder disfrutar del parque lo antes posible. La mayoría del arbolado son especies de crecimiento rápido. Además, en la medida de lo posible, intentaremos que los árboles que consideramos más importantes traigan ya un porte interesante. Aún así, hay que tener en cuenta que necesitarán un periodo de recuperación después del trasplante.
Uno de los grandes aciertos que destacaba el jurado es el diálogo que habéis hecho entre el parque y la plaza de Toros.
Ese espacio creado con la ubicación de los dos edificios de equipamientos a modo pórticos que filtran la entrada al parque, junto al haber eliminado el zócalo existente entre los comercios de la plaza de toros y la calle, que además ahora será peatonal, hacen que ese espacio sea flexible y dinámico, capaz de albergar multitud de eventos como mercadillos, ferias, conciertos, procesiones, etc.
¿Cómo cambiará la vida de la ciudad el tener en su corazón este espacio?
Sin duda es un primer paso para la conquista del ciudadano sobre el espacio público, un espacio que nunca debió perder pero que afortunadamente está empezando a recuperar, en parte, gracias a la crisis, que está cambiando el modelo de hacer urbanismo. En estos últimos años se ha construido mucho, rápido y casi siempre mal, ahora es el momento de dar sentido a la ciudad a través de iniciativas como ésta.
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